Los gobiernos de Arabia Saudita, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han reiterado este jueves que Qatar debe cumplir sus demandas para poner fin a la crisis diplomática en la región, desatada en junio de 2017.
Los ministros de Exteriores del cuarteto han celebrado una reunión durante la jornada y han recalcado que están dispuestos a dialogar con Doha si cumple sus exigencias, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
"La crisis con Qatar no está sobre la mesa en la próxima reunión de los estados de la Liga Árabe", dijo el jueves el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita.
"La solución de Qatar estará dentro del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG)" de seis estados, dijo el ministro de Relaciones Exteriores saudí Adel Al Jubeir a los periodistas en Riad antes de la Cumbre Árabe. Estaba respondiendo a una pregunta de la AFP sobre si la crisis estaba en la agenda de la reunión del domingo, que tiene lugar en Arabia Saudita.
Qatar ha confirmado su asistencia a la 29 cumbre de la Liga Árabe el 15 de abril y que contará con la presencia de delegaciones de 21 de los 22 estados miembros de la Liga Árabe. Siria ha sido vetada en la Cumbre desde 2011.
Los gobiernos de Arabia Saudita, Bahréin, Egipto y EAU anunciaron en junio la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Qatar, acusando a Doha de "apoyar el terrorismo", lo que ha sido rechazado por el Gobierno qatarí. A la medida se sumaron después Maldivas, Mauritania, el Gobierno de Yemen reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi, y el gobierno asentado en el este de Libia. Asimismo, Jordania y Yibuti han reducido su representación diplomática en Doha.
Qatar ha reiterado en numerosas ocasiones su disposición a negociar con estos cuatro países para lograr un acuerdo, si bien todos ellos han manifestado que sus exigencias "no son negociables", reclamando a Doha que las acepte en su totalidad para solucionar la situación. Las relaciones entre Qatar y otros países del Golfo ya sufrieron un periodo de tensión en 2014 debido al supuesto apoyo de Doha a Hermanos Musulmanes, organización ilegalizada en la mayoría de los países del Golfo.
Sin embargo, en dicha ocasión las medidas no fueron tan duras, y sólo implicaron la retirada de los embajadores. En esta ocasión, ha supuesto además la expulsión de ciudadanos del país, así como el cierre de las vías a medios de transporte llegados de Qatar.
