La amenaza nuclear de Corea del Norte, el conflicto de Qatar y los Acuerdos de Minsk se encontraban en la agenda de Donald Trump cuando se reunió con Ángela Merkel antes de la cumbre del G20. El presidente de Estados Unidos y la canciller alemana se reunieron en Hamburgo para coordinar las áreas políticas clave antes del foro internacional de este viernes con líderes mundiales de 20 países diferentes.
Un comunicado oficial de la Casa Blanca explicó que, "los líderes dialogaron sobre una serie de prioridades compartidas en materia de política exterior y de seguridad, entre ellas la revitalización de la aplicación de los Acuerdos de Minsk, la escalada del conflicto entre Qatar y algunos de sus vecinos árabes y la desnuclearización de la Península Coreana".
El presidente de Estados Unidos también se reunirá por primera vez con el líder ruso Vladimir Putin este viernes, en un encuentro ansiosamente esperado en una cumbre del G20 marcada por la creciente división entre Estados Unidos y sus aliados occidentales. La reunión bilateral se produce al margen de la que se espera sea la cumbre más cargada del G20 en años.
Las escenas fuera de la sala de conferencias, fuertemente custodiada, también eran tempestuosas, los manifestantes anti-globalización luchaban durante toda la noche con policías que disparaban gases lacrimógenos y usaban cañones de agua para dispersar a los simpatizantes de la izquierda radical. Las autoridades alemanas han preparado un dispositivo de cerca de 19.000 agentes en previsión de altercados y ante la alarma general antiterrorista que rige en toda Alemania.
Trump había alarmado a sus socios occidentales desconfiados tras un resurgimiento de Moscú en su campaña electoral prometiendo tener una "gran relación con Putin y Rusia".
Pero en un discurso clave en Varsovia que marcó su primera parada en su gira europea, Trump lanzó una rara salva de críticas a Rusia.
"Instamos a Rusia a poner fin a sus actividades desestabilizadoras en Ucrania y en otros lugares, y su apoyo a regímenes hostiles -incluyendo a Siria e Irán- y unirse a la comunidad de naciones responsables en nuestra lucha contra enemigos comunes y en defensa de la civilización misma", dijo Trump a una concurrida multitud de 10.000 personas.
Admitió que Moscú "pudo haber" tratado de influir en las elecciones de 2016 que lo llevaron al poder, pero también sugirió que otros pudieron estar involucrados y culpa a su predecesor, Barack Obama, por no actuar.
Una fuente de la Casa Blanca confirmó a la AFP que Trump sólo estará acompañado en la reunión por el secretario de Estado Rex Tillerson y un traductor, lo que suscitó preocupación entre los expertos. "Ni Tillerson ni Trump tienen experiencia en política exterior, es una de las razones por las que necesitan asesores en la sala cuando se reúnan con Putin", dijo Thomas Wright, de la Brookings Institution, quien añadió que Trump tendría así más posibilidades de apaciguar a Putin.
El ex embajador de Estados Unidos en Rusia, Michael McFaul, expresó su preocupación por el hecho de que el asesor de seguridad nacional de Trump, HR McMaster, y su equipo, considerados influencias moderadoras en la Casa Blanca, estuvieran marginados en el encuentro.
Según la información divulgada por la Casa Blanca, se espera que Trump mantenga también una reunión con el presidente de México, Peña Nieto.
