martes. 19.03.2024

En la Corriente

"Este mes he creído conveniente escribir sin qué ni quién, solo dejar que las palabras corran en la hoja en blanco, como si dejase mi nombre propio en un olivo para caer seca en el transcurrir que todo lo arrastra"

Todos nadamos en la corriente. Si nos parásemos a pensar sobre el propósito individual de una hoja caída en el torrente invernal, no nos complacería percibirla como parte de un ciclo sin tiempo. Tal vez el mismo acto de pensar su movimiento y volcarlo en lenguaje supone reducir la existencia de esa hoja, que una vez fue árbol y ahora agua, a sus dimensiones físicas perceptibles por un vidente. Probablemente un ciego necesitaría tocarla para luego imaginar cómo fluye en el sonido de una corriente que un sordo sentiría vibrar.

Este mes he creído necesario tratar de transmitir el sentimiento de aquello que es a la vez uno en sí mismo y en conjunto. Suponemos propósitos que subyacen a un pensamiento que creemos único y propio, que compartimos con otros, que a su vez perfilamos definidos, y un día se te revela que aquella idea que poseíste no es más que una flor cuya semilla pertenece a un todo eterno como el propio intelecto. Un todo que solo puede alcanzarse a través de una epifanía, como aquella descrita por Ibn ‘Arabi a pesar de formar parte de lo irracional.

Este mes he creído conveniente escribir sin qué ni quién, solo dejar que las palabras corran en la hoja en blanco, como si dejase mi nombre propio en un olivo para caer seca en el transcurrir que todo lo arrastra. Hoy es además un día de poesía en prosa, de la metáfora que nos rumia, de la incapacidad del habla, de opinar sin tema, de oír el silencio, de amar aquello que no puede ser idea, de trazar lo impensable.

Este mes siento que una imagen no vale más que mil palabras, que estas no requieren siempre valor de contenido, que simplemente resulta confortante esa consecución que transmite la incapacidad del texto a contener lo definido.

Hoy, ahora, sin creencia alguna, las palabras contienen mil imágenes y mil sonidos y mil ideas abstractas que nadie necesita agarrar. Fluyen estas en las corrientes invernales sin sentir siquiera que al caer se han de dejar llevar. 

En la Corriente
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