jueves. 28.03.2024

Anécdotas universitarias

"Todos son recuerdos de un maravilloso sitio, del saber, el experimentar, el preguntar y el responder, elementos que caracterizan un centro de estudios en donde prevalece la excelencia dentro de la diversidad, la Universidad Nacional de Colombia"

La Universidad Nacional de Colombia, la mejor universidad del país, conforme a las clasificaciones internacionales que son publicadas continuamente, gracias a su excelencia académica e investigación científica, acaba de cumplir sus primeros 150 años para plácemes de la gran comunidad universitaria y de sus egresados que orgullosos recordamos las anécdotas de nuestro paso por el Alma Mater.

Gabriel García Márquez, el más universal de los colombianos, estudiaba derecho en la Universidad Nacional, cuando esa frustrada revolución social llamada el “bogotazo”, explosión de violencia que arrasó la ciudad el 9 de abril de 1948 tras el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, le hizo emprender el viaje a su Caribe natal. Colombia perdió un abogado pero ganó la gloria literaria, al fin y al cabo en nuestro país hay muchos abogados pero un solo premio Nobel de literatura hasta la fecha. Que me perdonen mi esposa abogada y tantos amigos profesionales del derecho.

Atesoro anécdotas del paso por la Universidad Nacional, como cuando alguna vez me crucé con Jaime Garzón, él iba con sus dos perros a tomar clases, en esa época quien sería periodista, humorista y conciencia social del país, empezaba a tener alguna notoriedad pública. Siempre me arrepentiré de no haberle dado un fuerte abrazo.

De igual forma, cuando coincidimos con Ricardo Burgos en un taller de guión cinematográfico que dictó el gran director de cine y televisión Carlos Duplat. Con Ricardo, aunque por caminos separados hemos sido tercos en la promoción de la ciencia-ficción literaria en Colombia, aunque el único trabajo en conjunto que hemos realizado, fue precisamente un guión basado en una historia de García Márquez, durante ese taller.

Muchos no saben que el nombre original de la plaza central de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá es Santander, en honor al prócer colombiano, ya que se le ha venido conociendo como plaza Ché, como homenaje espontáneo al revolucionario argentino Ernesto 'Ché' Guevara.

Cuando en los años 90 fui estudiante, hice parte de un grupo de monitores de bienestar universitario que apoyaba a los llamados “primíparos” (nuevos estudiantes) en el inicio de su adaptación, con varias actividades de inducción. Ocurrió que uno de los monitores llevaba a un grupo de los novatos en tour por el bonito campus de la Universidad, cuando llegaron a la plaza central y él comentó:

Aquí está situada la plaza Ché.

Uno de los jóvenes, que seguía atentamente las explicaciones, intrigado preguntó:

¿Y dónde están las plazas A, B y C?

La plaza Santander, Central, Ché, como se quiera denominar por la comunidad universitaria, está franqueada por el auditorio León de Greiff, sitio de obligada visita los sábados en la tarde, para quienes gustan de la música, gracias a los extraordinarios conciertos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, algo que debería estar en cualquier guía turística de la capital colombiana.

Al final, todos son recuerdos de un maravilloso sitio, del saber, el experimentar, el preguntar y el responder, elementos que caracterizan un centro de estudios en donde prevalece la excelencia dentro de la diversidad, la Universidad Nacional de Colombia.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco. En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin.

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