viernes. 29.03.2024

Una colombiana de moda

Camila Mesar, una joven y talentosa diseñadora colombiana, acaba de ser el gran éxito del Latino Fashion Week de Chicago

Acabo de presenciar mi primer desfile de modas y debo decir que lo disfruté como cuando se va a un partido de fútbol, a un concierto o a una buena película. Alguna vez había recibido una invitación a un evento similar y la había declinado porque pensaba que a estos desfiles, solo iban tres clases de personas, los expertos, los que van a exhibirse más que a ver el desfile y los que están en el sitio equivocado porque no pertenecen ni al primer ni al segundo grupo, y por ende estarían condenados al aburrimiento sin remedio.

Pero ahora pienso que también pueden ir personas que como este cronista, aunque no sean expertos en el tema, ni deseen exhibirse, pueden disfrutar con las creaciones de los diseñadores y con la belleza tanto de sus vestidos y accesorios, como con la elegancia y porte de las modelos. Esto último, incluso puede ser elemento distractor, porque tengo varios conocidos que sueñan con viajar a Medellín, a presenciar el Colombiamoda, el evento más importante de la moda en Suramérica, solo por ver a las modelos colombianas que desfilan allí.

Desfile de modelos de la diseñadora colombiana Camila Mesar en Chicago.El diseño de moda, oscila en su valoración, en el mundo del espectáculo y la farándula puede estar sobredimensionado, pero subestimado en el mundo del arte y la cultura, lo cual no deja de ser una pena, pues efectivamente un diseñador de ropa o de accesorios, como calzado, bolsos y demás acompañamientos, resulta tan o más creativo que un artista, músico o escritor. Sobre todo cuando se tiene la oportunidad de conocer el trabajo que hay detrás de cada pieza, en su concepción, desarrollo y ejecución.

Es el caso de Camila Mesar, una joven y talentosa diseñadora colombiana quien acaba de ser el gran éxito del Latino Fashion Week de Chicago, evento reconocido que lleva once años dando a conocer la moda de creadores de raíces latinoamericanas entre el público especializado de la ciudad de los vientos. Camila impresiona con su juventud, porque cuando uno ve sus vestidos de corte clásico y sofisticado, de colores sobrios, se imagina a una diseñadora madura, con una larga experiencia en las pasarelas.

Pero además hay otro aspecto destacable, Camila Mesar trabaja con sentido ético y social, apoyando el buen hacer de artesanos y modistos tradicionales colombianos, para resaltarlos y evitar que sus conocimientos no se pierdan ante la modernidad y sus tecnologías. Uno queda perplejo, al saber que algunas de las chaquetas de los trajes e incluso vestidos son realizados en macramé, con un solo hilo, sin cortes, empezando desde el cuello, en un ejercicio de delicada filigrana, hasta completar toda la pieza, técnica que sobrevive en unas pocas artesanas de la población de Nemocón, cerca de Bogotá, para dar un ejemplo.

Camila es muy agradecida con quienes trabaja, como las mencionadas artesanas de macramé, artesanos de crochet, orfebres de Mompox, Casa Victoria de Bogotá y su directora Ana Victoria Rubiano Saavedra, tejedoras de Cundinamarca. La intención no es solo revitalizar la tradición de la modistería en Colombia, sino elevarla a categoría artística, utilizando conceptos incluso de la arquitectura, para transmitir la idea de la armonía y el equilibrio a la hora de llevar una prenda de vestir.

Al amable lector, solo puedo recomendarle que recuerde este nombre, Camila Mesar, estoy seguro que no será la última vez que lo lea, pues está destinado a que lo mencionen muchas veces y lo admiren por lo que significará en el mundo de la moda. Al menos a quienes vimos su rutilante muestra no se nos olvidará.

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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco. En Twitter a ratos trina como @dixonmedellin

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