Hace unas semanas, Colombia literalmente arrasó en los premios Grammy Latino que se celebraron en la bella ciudad andaluza de Sevilla, España. El listado de ganadores y de nominados simplemente resulta impresionante, reflejo de una realidad, nunca antes tuvimos tantas estrellas internacionales provenientes de nuestro país.
Entre los mencionados en el certamen estaban Shakira, Karol G, Carlos Vives, Juanes, Fonseca, Camilo, Maluma, Sebastián Yatra, María Mulata, Monsieur Periné, Manuel Turizo, Santiago Cruz, el legendario grupo Niche, Silvestre Dangond, Juan Pablo Vega, Cantares del Pacífico, Alex Campos, Mike Bahía, Ana del Castillo, Maréh, Gregorio Uribe, Diamante Eléctrico, Feid, Paula Arenas, Julio Reyes, Timo, Kevyn Mauricio Cruz. Pero me falta uno imprescindible, a quien va dedicada esta columna.
Sea el momento de hablar de quien considero el mejor cantante masculino de Colombia (en su momento hablaré de mi cantante femenina favorita), se trata de Andrés Cepeda Cediel, quien vio la luz en Bogotá un 7 de julio de 1973, como lo dice en su primer gran éxito “Mi Generación”, cuando afirma “Yo nací con mis vecinos, cuando hablar era un peligro, allá en el 73”. Ese himno fue uno de los grandes éxitos de Poligamia, el grupo de rock bogotano que hizo furor en los noventas y del cual Andrés era compositor y cantante.
No fue extraño que Andrés Cepeda ingresara al mundo de la música, porque en su casa, el padre tocaba el violonchelo y la madre el tiple (el instrumento nacional de Colombia), así que el niño Andrés desde la tierna edad de cuatro años se inició con el piano y el canto ayudó a resolver un problema de tartamudez. De la música clásica pasó al rock y con sus amigos de juventud fundó Poligamia, agrupación que tuvo un ascenso vertiginoso hasta su última grabación de nombre ingenioso “Buenas gracias, muchas noches”, lo importante es que el grupo se disolvió, pero nunca dejaron de ser amigos. De esa etapa, hay un dueto con Elsa Riveros, una de las voces emblemáticas del rock colombiano, “Desvanecer”, que es para no perderse.
Cepeda, tiene una gran ventaja sobre sus colegas músicos, su formación especializada, no sólo el hecho de pasar por el conservatorio, sino de haber estudiado ingeniería de sonido, lo cual, le permite divertirse en el estudio de grabación. Con reticencia inició su carrera de solista con el álbum “Sé morir”, luego llegaría el emblemático “El Carpintero” y no ha parado. El primer Grammy Latino (cuenta con cuatro y ha sido nominado 14 veces), fue el premio a “Lo mejor que hay en mi vida” (canción que le dedico a mi esposa Patricia).
Andrés Cepeda, casado con la periodista Elisa Restrepo con quien se conoció cuando ella le hizo una entrevista para el periódico en el cual trabajaba, podría calificarse como el bolerista latinoamericano del siglo XXI, un Armando Manzanero moderno, que es y será referencia para los músicos, compositores y cantantes que cultivan el género romántico. Ahora bien, Cepeda interpreta todos los géneros y lo hace perfecto, desde el formato Big Band, la música tropical como el son cubano, el tango argentino, el vallenato que ha interpretado con su compadre Fonseca hasta el sinfónico, aunque nunca dejará de ser el joven rockero que conocimos con Poligamia.
Andrés (voy a llamarlo así, en confianza, aunque no lo conozca, pero siento cercano al paisano), ha incursionado con el espectáculo “Cepeda en Tablas”, el cual mezcla teatro y música y en la televisión ha sido jurado en las diferentes versiones del programa “La Voz”, que impulsa el canto entre aficionados de todas las edades, desde niños hasta los abuelos. El cantautor no ha necesitado hacer canciones de reguetón o música urbana, para estar a “la moda”, él no lo necesita, porque siempre ha estado vigente, por algo muy sencillo, el amor que es la esencia de su música, como el alimento, siempre será necesario.
El brillante musico tiene una vena filantrópica y solidaria, que lo ha llevado a ser embajador de buena voluntad de UNICEF en Colombia, por demostrar un compromiso activo en la protección de los niños. No es raro que Cepeda programe conciertos benéficos como el titulado “Melodías que siembran esperanza” que realizó hace pocas semanas en Bogotá, para recaudar fondos en apoyo de un colegio que ofrece educación para niños campesinos.
Debo confesar que sólo otra intérprete, me ha hecho ser infiel a Cepeda y sucedió hace unos pocos meses. Con Patricia, fuimos invitados a un concierto de violín en uno de los salones del teatro Julio Mario Santo Domingo, cuando ingresamos, sonaba el inconfundible sonido de Andrés Cepeda, quien estaba ensayando para un concierto en ese auditorio, abrimos los ojos y oídos casi con la misma emoción, pero íbamos con el tiempo justo y además la violinista era nuestra sobrina Sara Lucía, nada qué hacer.
Andrés Cepeda es un bogotano universal, el cantautor más completo y este reciente premio Grammy que se ha llevado al mejor álbum pop por “Décimo Cuarto”, es prueba de ello. No dejen de escucharlo completo, mejor aún, escuchen toda su discografía y disfruten sus videos que siempre son muy cuidadosos en lo visual. Andrés, el del pelo crespo, los lentes y la banda sonora de “nuestra generación”.
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Dixon Moya es diplomático colombiano de carrera, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/ En Twitter (a ratos muy escasos) trina como @dixonmedellin.