jueves. 25.04.2024

Volver a casa

Todo el mundo regresa y todos quieren volver a su país. Aquí no hay ancianos, aparte de los qataríes
Facturando en el aeropuerto

Parece que los expatriados estamos de moda. Somos muchos y el hecho de salir para trabajar (y vivir) más allá de nuestras fronteras se ha normalizado en la sociedad. Y lo ha hecho hasta tal punto que cuando nuestros padres se reúnen con sus amigos, quienes tienen todos sus hijos cerca se convierten en la excepción. Este hecho nos facilita la vida. A nosotros y a los nuestros.

 Nos llaman exiliados, expatriados, fuga de cerebros, jóvenes aventureros o emigrantes. A mí la palabra emigrante no me gusta porque de pequeña aprendí su significado con una pátina de melancolía, cuando mi madre la empleaba al recordar sus años en Francia.

Erasmus-Dos-Punto-Cero me suena mejor. Bromas aparte, al igual que el Erasmus, esta aventura incluye billete de vuelta. Quizá otros compatriotas se queden en su país de acogida, pero Oriente Medio no es para siempre. Todo el mundo regresa y todos quieren volver a su país. Aquí no hay ancianos, aparte de los qataríes (población que supone una pequeña minoría). Incluso, quienes vienen a trabajar durante toda la vida, preparan su jubilación allende estos mares.

No sé muy bien por qué, quizá porque las últimas semanas eché de menos España, me he puesto a pensar cómo será la vuelta. En todo caso, el regreso no será una vuelta a casa. Habrá que inventar una nueva etapa. Nueva.

¿Dónde vivir? Sé que no volveré al pueblo donde residí los últimos años en España. Quiero estar vinculada a él. Allí viven mis padres y tengo personas a las que estimo mucho. Y también un piso, pero sé que esa ubicación pertenece al pasado y no al futuro. ¿Dónde vivir? ¿Valencia? ¿Madrid? No lo sé…

¿A qué dedicarme? Soy optimista sobre el futuro del país, pero la arquitectura como negocio se ha extinguido. No me imagino como arquitecta en España. Ni por cuenta propia ni ajena. Podría buscar un empleo o emprender. O quizá vivir de mis palabras (cumpliéndose así mi sueño).

Nunca busqué un empleo en España ni sé en qué sector debería hacerlo. ¿Quizá en cualquier empresa en el departamento de internacionalización? No lo sé… Para emprender dicen que ha de ser en un sector que te apasione. A mí lo que me más me entusiasma, después de escribir, es todo lo vinculado a la inteligencia emocional y la psicología positiva, aunque no tengo ninguna formación oficial y no sé si podría hacerme un hueco en el mercado…

¿Y mis amigos? Conforme ha pasado el tiempo me he ido despegando de ellos. No ha sido por dejadez, sino para evitar el sufrimiento de saberlos lejos. Desvincularme Desata TU Potencial, mi querida asociación, resultó muy duro, pero no podía pasar el tiempo pensando en las actividades, en las reuniones, los cursos, las clases…

¿Cómo sería la vuelta después de varios años fuera? ¿Nos sentiremos desubicados? ¿Cómo se crea una nueva vida?

Psicólogos del mundo, expatriados regresados, ¿cómo es la vuelta? ¿Cómo gestionar la adaptación a nivel emocional? ¿Cómo regresar a casa?

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