¿Tiene hueco lo español en Emiratos Árabes Unidos? Definitivamente sí: lo español funciona en Emiratos. Hace tan sólo unos días se proyectó en los cines del Mercato Mall de Dubai la película ‘Carmina o revienta’ y en la puerta tuvieron que colocar el cartel de “no hay billetes”. No quedó libre ni una butaca. La alegría que nos llevamos quienes a diario hacemos EL CORREO DEL GOLFO es que, según nos dijeron los presentes, mayoritariamente tuvieron conocimiento de la proyección a través de este periódico. Se llenan los cines y los encuentros organizados al calor del idioma común resultan con frecuencia masivos. Ya no es sólo el fútbol y la consabida pregunta de ¿Real Madrid o Barcelona? Hay mucho más: una comunidad integrada por ciudadanos de numerosos países que quiere hallar su sitio en estas tierras del Golfo Arábigo. Comentaba hace unas semanas el presidente del Spanish Business Council, Ricardo Fisas, que los españoles hemos llegado tarde a esta próspera región. Y como los españoles, también los mexicanos, los colombianos y otros nacionales de países hispanoparlantes. Por tanto, ahora toca correr. El reto que tenemos es tomar posiciones. Defender nuestra lengua y nuestros canales. Si otras comunidades tienen medios y actividades en su lengua, ¿por qué no nosotros? No se trata de construir guetos o de refugiarnos en urbanizaciones de occidentales. Al contrario: es importante integrarnos en el lugar donde vivimos. Salir de la zona que habitamos en Dubai o Abu Dhabi y aprovechar la tierra que nos acoge. Recorrer la Emirates Road de norte a sur. Subir y bajar dunas. Visitar Liwa, Al Ain y Ras Al Khaimah. Asomarse a Irán y Omán desde los espectaculares acantilados del Estrecho de Ormuz. Comer dátiles y ver volar a los halcones. Conocer su cultura. Adentrarnos en sus tradiciones. Aprender a escuchar la voz del almuecín lanzada desde los alminares como desde siempre aprendimos a escuchar el tañer de las campanas desde las torres de las iglesias. Establecer lazos. Vivir con todas las consecuencias. Y llevando como bandera lo español. Por qué no.