Una ama de casa jordana de 50 años, junto con su hijo de 20 y sus dos hijas, de 23 y 31 años, fueron juzgados en un tribunal de Dubai acusados de torturar, confinar ilegalmente a su otra hija y golpearla durante mucho tiempo. El padre jordano de la víctima, de 66 años, y otra hija, de 25, están acusados en el Tribunal de Primera Instancia de no haber denunciado esos crímenes a la policía.
Una denuncia fue registrada el año pasado en la estación de policía de Al Barsha. La víctima de 26 años dijo que no se llevaba bien con su madre desde 2009. "Solía encerrarme en mi habitación, cerrar con llave todas las ventanas y la puerta y privarme de comida. También me daba una paliza, junto con mi hermano. Mis dos hermanas los ayudaban a agredirme".
La víctima explicó que la atacaban con sus manos y algunas veces con un palo lo que le hizo perder sus dientes frontales. La joven logró huir e informó a la policía en enero de 2017 cuando su madre estaba de viaje fuera de EAU.
La hermana de 15 años de la víctima, que la ayudó a escapar de la casa, dijo que su madre había tenido disputas con su hermana. "Desde que tenía 6 años, mantenían peleas. Mi madre y mi hermano solían pegarle a mi hermana. La encerraban en su habitación y le daban poco de comer. Mi madre nos daba instrucciones para encerrarla con llave en la habitación cada vez que ella está fuera".
La hermana menor dijo que ninguno de ellos podía ayudar a la víctima por miedo a la madre. "Pero pude ayudarla a abandonar la casa cuando nuestra madre se encontraba de viaje y denunciar el caso en la comisaría", declaró ante el fiscal. La testigo alegó además que su hermano tenía una pistola paralizante.
Un cabo de la policía, que entrevistó a la madre y a todas las partes del caso, dijo que la mujer admitió los cargos. "La madre confesó que solía torturar y encerrar a la víctima sin dar ninguna justificación para sus actos. También confesó que envió mensajes a sus hijas, diciéndoles que mantuvieran a la víctima confinada en su habitación".
