viernes. 29.03.2024

El Global Education and Skills Forum, que ha tenido lugar en Dubai, cerró sus puertas con grandes éxitos de participación. A lo largo de dos días, infinidad de expertos en educación y tecnología, han pasado por las salas de conferencia aportando sus visiones sobre la docencia del futuro. Los temas más debatidos han sido la igualdad de oportunidades, la pedagogía, el acceso a los trabajos del futuro y los efectos del desarrollo tecnológico en todo ello.

El ex presidente del Reino Unido, Tony Blair, fue uno de los destacados oradores. Durante su intervención subrayó la importancia de involucrar la educación actual con las nuevas tecnologías.

“Los sistemas educativos tienen cierta resistencia al cambio, hay que pensar en la educación de manera diferente”, aseguró Blair, que fue bastante crítico con las administraciones y sus políticas educativas. En este sentido dijo que “la mayoría de gobiernos dicen que la educación es algo serio pero luego no hacen nada”.

Siguiendo la linea de Blair, varios intervinientes ofrecieron una visión parecida. Uno de ellos, el director del Media Lab Learning Initiative, Philipp SchmidtLa, que afirmó que la educación se mantiene bastante estancada y parece estar reticente al cambio. Desde su punto de vista, “usamos la tecnología para estudiar y como apoyo pero la educación tecnológica todavía no ha llegado”.

Según los expertos, la implicación de los métodos tecnológicos en la educación mejorará la calidad de la misma y la experiencia cognitiva de los alumnos. Además aseguran que esto les capacitará para los empleos del porvenir, en los cuales será imprescindible tener amplios conocimientos tecnológicos. “Hay que adaptar a los niños a la tecnología para que sobrevivan en el mundo del futuro”, explicó la directora de Educación Regional de Google, Rania Hadi.

El foro también dejó un espacio a la solidaridad con aquellos países más desfavorecidos en intervenciones que abordaron la problemática del acceso a la educación en varias regiones del mundo.

De hecho, entre los invitados se hallaban profesores que actualmente trabajan en zonas de conflicto como Afganistán, Palestina o Sierra Leona. Estos maestros buscan los apoyos gubernamentales y de distintas organizaciones para seguir desarrollando sus complicadas labores en todo el mundo. Una posición que corroboró el activista de la Asociación Global para la Educación, Mohamed Sidibay, quien aseguró que “Occidente tiene que crear un puente para los países pobres”.

Las nuevas tecnologías, clave de la educación del futuro
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