sábado. 20.04.2024

Saleh Lo es pintor autodidacta. En Mauritania no tenía otro camino. O aprendes por tu cuenta o te dedicas a otro oficio. Punto. No hay en todo el país ni una escuela de arte para formarte en los rudimentos básicos de la pintura. Saleh empezó a dibujar desde los cinco años. Es el más pequeño de los varones de una interminable familia de doce hermanos. Su padre es sastre y su madre trabaja en la Cruz Roja. Sus primeros modelos fueron su familia. Luego, sus vecinos. Cuando llevas la pintura en la médula, cualquier ocasión se convierte en un lienzo. 

Hoy es uno de los once artistas mauritanos que participan en la muestra ‘Memorias en movimiento’, organizada por Casa Árabe, la primera colectiva de arte contemporáneo que traspasa las fronteras del país magrebí. Hasta llegar aquí, Saleh Lo ha recorrido un largo camino. Trabajó muchos años en el sector hotelero de su país. Un día logró un premio de pintura y su vida dio un giro de 180 grados. En Senegal, consiguió una residencia artística durante dos meses. Luego vino Berlín. También en un programa de arte financiado por el Gobierno alemán donde trabajó con inmigrantes y colaboró con otros artistas. 

Más tarde fue en la India. Bombay. Participó en tres exposiciones y compartió experiencias creativas con artistas del país. En conjunto, fueron tres meses. París llegó después. Una de las capitales mundiales de la pintura. “Tuve muchos encuentros con artistas en Francia”, asegura sentado en la vieja cuadra de la Casa Mudéjar de Córdoba, reconvertida hoy en improvisado taller de pintura. El artista mauritano, que nació y vive en Nuakchot, despliega un proceso “antropológico” para ejecutar sus obras, según describe su tutor en Córdoba, Marcos de la Fuente. Decide el perfil que quiere retratar, se desplaza al barrio elegido, investiga los modelos de su trabajo, los entrevista, toma fotografías de ellos y finalmente los pinta. 

La muestra monográfica sobre Mauritania está en cartel en la sede de Madrid y el 26 de mayo abre sus puertas en Córdoba

“Saleh Lo tiene un potencial increíble. Y una importante trayectoria internacional. Es muy cosmopolita y por esto también fue seleccionado”, explica Javier Rosón, responsable de Casa Árabe en Córdoba. La muestra monográfica sobre Mauritania está en cartel en la sede de Madrid y el 26 de mayo abre sus puertas en Córdoba. Desde el pasado 6 de mayo, el joven artista mauritano reside temporalmente en la sede andaluza de Casa Árabe. El soberbio edificio, ubicado en el barrio de la Judería, a apenas un centenar de metros de la gran Mezquita de Córdoba, dispone de un alojamiento en la última planta del histórico caserón. 

Saleh Lo es el octavo residente de Casa Árabe desde que en 2013 la institución cultural decidiera poner en marcha un programa de acogimiento temporal para artistas. “Queríamos añadir un plus de valor y creación a las exposiciones que organizamos aquí”, argumenta Javier Rosón. Casa Árabe concede una ayuda de manutención, además del pequeño apartamento, que dispone de dos habitaciones y cocina. El tiempo de residencia máxima es de un mes. 

“La idea es que la obra del artista pueda contener una impronta de Córdoba”, precisa Rosón. Casa Árabe tutela al residente, lo conecta con creadores locales y le prepara una agenda mínima de exposiciones en la ciudad para que conozca su pulso artístico. En el caso de Saleh Lo, es Marcos de la Fuente quien ejerce ese papel. De hecho, nos acompaña en la entrevista que hemos mantenido en el taller de Casa Árabe. 

El pintor mauritano Saleh Lo, en la sede de Casa Árabe en Córdoba. (Cedida)
El pintor mauritano Saleh Lo, en la sede de Casa Árabe en Córdoba. (Cedida)

El programa de residencia fue inaugurado en 2013 por el kuwaití Alia Farid, quien protagonizó un proyecto de jardinería artística en el contexto de los patios de Córdoba. Dos años después, fue el egipcio Ahmed Khesta quien presentó ‘Cometas migrantes’ y dirigió un taller para jóvenes y adultos. La tunecina Nicène Kossentini trabajó con acuarela motivos de geometría islámica para ornamentos arquitectónicos en 2016. Tres años después, pasaron por la residencia las libias Laila Sharif y Takwa Abo Barnosa, integrantes de una muestra colectiva. El programa no ha dado acogida únicamente a artistas árabes. En 2019 y 2021, se alojaron aquí dos creadoras españolas: Ana Martínez de Aguilar y Patricia Álvarez

“Nosotros hacemos la tutela y el seguimiento de los artistas. Que aprendan y que enseñen. Pero el horario se lo planifican ellos. Son libres de organizarse como quieran”, señala Javier Rosón. El pintor mauritano actualmente residente suele trabajar en el taller entre las 10.00 y las 15.00 horas, aunque algunas veces también pinta por la noche. El resto del tiempo lo ha dedicado a visitar exposiciones, interactuar con artistas y conocer la ciudad. También ha mantenido un encuentro con jóvenes creadores de la Escuela de Arte Mateo Inurria.

La muestra colectiva de artistas mauritanos está comisariada por Aïsha Janeiro, con residencia actual en Egipto. Es práctica habitual que Casa Árabe encargue a expertos en arte el diseño y la organización de exposiciones de creación contemporánea. “Los especialistas hacen una propuesta concreta, que se discute en la sede central de Madrid y se aprueba si tiene calidad suficiente”, detalla Javier Rosón.

“Un amigo me dijo que había visitado Córdoba y que había visto la Mezquita más bella del mundo"

Es la primera vez que Saleh Lo viene a España. Y también la primera que hace una residencia artística en una ciudad de tamaño mediano. “El arte se puede hacer en cualquier sitio. Me gusta Córdoba y los artistas que trabajan aquí”, asegura. Antes de pisar la antigua capital de Al Andalus, ya tenía un conocimiento previo de su significado histórico. “Un amigo me dijo que había visitado Córdoba y que había visto la Mezquita más bella del mundo. Y la verdad es que a mí también me ha gustado mucho”. Según indica, la ciudad le inspira para pintar y se siente particularmente impresionado por la arquitectura antigua. 

Saleh Lo afirma que pinta para hablar de sus proyectos. El que ahora tiene entre manos está relacionado con el mestizaje. En Mauritania hay diversidad de etnias y culturas. “Y las relaciones entre ellas no son como deseamos. Tenemos problemas de identidad. Y racismo hay en todos lados del mundo. También en mi país. Yo lo que quiero es intentar cambiar la visión de la gente sobre el mestizaje”, explica junto al retrato inconcluso de un niño mauritano. 

“La experiencia es magnífica”, asegura Javier Rosón. “Córdoba tiene una atracción basada en un pasado histórico compartido, que es muy valorado por todos los artistas. Es un escenario de creación único. Y añadir ese elemento de valor de la ciudad es fundamental para nosotros. Trabajamos para Córdoba. Queremos contribuir a liberar a la población de prejuicios y estereotipos sobre el mundo árabe. Y, a través del arte, lo conseguimos”, sostiene el responsable de la sede cordobesa de Casa Árabe. 

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