La novena edición del Festival de las Artes de Ras Al Khaimah (RAKFAF), que se puede visitar hasta el 3 de abril en el emirato, cuenta con la participación de más de 100 artistas globales. Entre ellos figura una importante representación de la cultura hispanoamericana.
La exhibición se ha colgado en Al Jazirah Al Hamra, un pequeño pueblo de pescadores y buscadores de perlas con un gran pasado y uno de los lugares más importantes histórica y culturalmente del Golfo Arábigo. Situado en el sur del emirato de Ras Al Khaimah, el sitio tiene una historia fascinante. Es la última ciudad marinera y de buceo de perlas de este lado del Golfo y, tras ser abandonada por sus habitantes en la década de 1960, permaneció intacta durante años antes de someterse a trabajos de restauración.
En el centro del pueblo se sitúa una tradicional torre de viento y en su base se halla la obra realizada de forma conjunta por las artistas Alejandra Palos Ortega, de México, y Mónica García Ricardo, de Cuba, denominada 'Make a wish' (Pide un deseo).
La creación de las latinas refleja el contraste de sus experiencias vividas durante el confinamiento por la pandemia. Entre las dos decidieron hacer 2020 pajaritas de papel plata como referencia al año en el que se desarrolló la crisis sanitaria. "Como cuenta la leyenda japonesa que nos inspiró, 'Senbazuru', quien completa mil grullas en el transcurso de un año se le concederá un deseo", explicó Palos Ortega a EL CORREO DEL GOLFO.
Con su obra las artistas instan al público a realizar su propio deseo. "Es una llamada a la reflexión y a mirar al futuro con optimismo y esperanza".
Y es que en esta edición la muestra lleva el tema de la esperanza, que también inspiró al colombiano Leonardo Montoya, que llegó desde Florida por cuarto año consecutivo y completará un periodo de seis meses de residencia artística en Emiratos Árabes. En sus pinturas, halcones vuelan en libertad entre el cielo azul y la arena del desierto.
Montoya, que cumple por estos días 30 años de profesión artística, pretende promover el valor de las artes mientras trabaja con la comunidad de RAK.
"Estos meses me ofrecen la oportunidad de crear, intercambiar, reflexionar y aprender", subrayó el colombiano.
Entre sus iniciativas se encuentran las de "apoyar el desarrollo de artistas emergentes" desde su experiencia y "promover el intercambio cultural" a la vez que trabaja en una nueva colección inspirada en ese periodo de la residencia. Tres de esas obras formarán parte del Festival del próximo año y una de ellas será donada a la Fundación al Qasimi.
El artista resaltó las similitudes entre el mundo árabe y latinoamericano. "Compartimos la misma pasión por aprender y crecer", concluyó.
El Festival de este año, que es de entrada gratuita, incluye exposiciones de arte y fotografía al aire libre, talleres, proyecciones de películas y el lanzamiento de un proyecto de historia oral en torno al histórico pueblo.
