14 de octubre de 2025, 7:29
La selección nacional de fútbol de Emiratos Árabes Unidos se prepara para afrontar una de las pruebas más significativas de su historia, al enfrentarse a los anfitriones cataríes en el play-off clasificatorio de tres equipos. Un empate o una victoria les asegurará un codiciado lugar en la Copa del Mundo del próximo verano.
Los aficionados emiratíes ya llegaron en masa a la capital qatarí, transformando el Souk Waqif en un torrente de emociones tras ganar el partido inaugural contra Omán. Con cantos ensordecedores, más de 5.000 seguidores se apoderaron del ambiente, a pesar de que solo tienen acceso al ocho por ciento de las entradas para el choque definitivo contra Qatar, que se llevará a cabo en el Estadio Jassim Bin Hamad, con capacidad para 15.000 espectadores.
La Asociación de Fútbol de EAU ha tomado medidas para facilitar que los seguidores que no consigan entradas puedan disfrutar del partido en pantallas gigantes en varios puntos de Doha, incluyendo el Hotel Sheraton y el Radisson Blu. “Su apoyo ha sido clave para motivarnos”, destacó el capitán Khalid Essa, quien interactuó con los seguidores tras la victoria ante Omán.
A medida que se acerca el encuentro, la expectativa crece. Los jugadores son conscientes de que la ilusión de sus compatriotas está en juego. El argentino Nicolás Giménez, centrocampista del equipo, subrayó: “Estamos aquí para mostrar cómo queremos llegar al Mundial”.
Sin embargo, el entrenador Cosmin Olaroiu ha evadido críticas a la organización del torneo, mientras que Carlos Queiroz, su homólogo en Omán, resalta la injusticia del reparto de entradas y tiempos de descanso.
Aun así, el fervor de los aficionados emiratíes es indiscutible. “Independientemente de la cantidad de entradas que tengan, haremos mucho ruido”, prometió Canedo. Esta noche, el corazón de EAU latirá fuerte en Doha, en busca de hacer historia.
Los aficionados emiratíes ya llegaron en masa a la capital qatarí, transformando el Souk Waqif en un torrente de emociones tras ganar el partido inaugural contra Omán. Con cantos ensordecedores, más de 5.000 seguidores se apoderaron del ambiente, a pesar de que solo tienen acceso al ocho por ciento de las entradas para el choque definitivo contra Qatar, que se llevará a cabo en el Estadio Jassim Bin Hamad, con capacidad para 15.000 espectadores.
La Asociación de Fútbol de EAU ha tomado medidas para facilitar que los seguidores que no consigan entradas puedan disfrutar del partido en pantallas gigantes en varios puntos de Doha, incluyendo el Hotel Sheraton y el Radisson Blu. “Su apoyo ha sido clave para motivarnos”, destacó el capitán Khalid Essa, quien interactuó con los seguidores tras la victoria ante Omán.
A medida que se acerca el encuentro, la expectativa crece. Los jugadores son conscientes de que la ilusión de sus compatriotas está en juego. El argentino Nicolás Giménez, centrocampista del equipo, subrayó: “Estamos aquí para mostrar cómo queremos llegar al Mundial”.
Sin embargo, el entrenador Cosmin Olaroiu ha evadido críticas a la organización del torneo, mientras que Carlos Queiroz, su homólogo en Omán, resalta la injusticia del reparto de entradas y tiempos de descanso.
Aun así, el fervor de los aficionados emiratíes es indiscutible. “Independientemente de la cantidad de entradas que tengan, haremos mucho ruido”, prometió Canedo. Esta noche, el corazón de EAU latirá fuerte en Doha, en busca de hacer historia.