martes. 23.04.2024

Siempre ha sido difícil comprar un Rolex. Pero ahora es casi imposible. Y eso se aplica prácticamente a casi todas las marcas de relojes suizos de lujo. Un cóctel embriagador de riqueza global vertiginosa, miedo a perderse algo (FOMO) y la incertidumbre que rodea a las criptomonedas han alimentado el interés por los relojes de lujo como nunca antes. Y esta tendencia no es solo en Emiratos Árabes Unidos afecta a todo el planeta.

La transformación de los relojes de un accesorio de estilo a un activo alternativo viable ha conspirado para hacer subir los precios, bajar la disponibilidad, y ha creado lo que los expertos de la industria describen como una "tormenta perfecta de demanda y escasez".

El año pasado, el Golfo importó 8.080 millones de dirhams (2.200 millones de dólares) en relojes suizos, según FH, la Federación de la Industria Relojera Suiza. La mayor parte de ellos se vendieron en Emiratos, el mercado más grande de la región y el octavo más importante de relojes suizos a nivel mundial. Pero ahora hay una larga lista de espera para los relojes de lujo, en particular, los 'Cuatro Grandes de la industria': Rolex, Patek Philippe, Audemars Piguet y Richard Mille.

Las ventas de relojes de lujo se dispararon durante la pandemia, ya que las personas confinadas en casa derrocharon en relojes de alta gama en lugar de viajar y divertirse. Las redes sociales también generaron toda una generación de jóvenes coleccionistas que buscaban hacer alarde de sus nuevos símbolos suizos en Instagram.

Dado que la demanda mundial supera con creces la oferta, las marcas de relojes suizos de lujo se esfuerzan por aumentar la producción. Pero no es tan fácil como parece, ya que estos relojes se ensamblan y pulen a mano, un proceso complejo que requiere una precisión meticulosa y tiempo.

Rolex, el líder indiscutible entre las marcas suizas con el 29% de la cuota de mercado y una facturación de casi 31.000 millones de dirhams en 2021, ya ha dejado claro que no se apresurará para hacer frente a la escasez. “Nuestra producción actual no puede satisfacer la demanda existente de manera exhaustiva, al menos no sin reducir la calidad de nuestros relojes, algo que nos negamos a hacer porque la calidad de nuestros productos nunca debe verse comprometida”, manifestó la marca líder suiza en un raro comunicado. 

Muy por detrás, en segundo lugar, se encuentra Omega (500.000) seguido de cerca por Cartier (490.000). Patek Phillipe y Hublot fabrican 60.000 unidades cada uno, seguidos de Audemar Piguet (50.000) Ulysse Nardin (40.000) y Richard Mile, que fabrica solo 4.500 piezas al año.

El ávido coleccionista de relojes y director general del grupo Danube Home de Dubai, Adel Sajan, de 31 años, que tiene las cuatro grandes marcas en su envidiable colección, dijo que su favorito es el Richard Mille-Rafael Nadal RM 35-02 que adquirió hace tres años. El reloj de ensueño de cuerda automática actualmente se vende al por menor por 462.000 dólares en Chrono24, el mercado de relojes líder en el mundo. “Me tomó un año conseguirlo, pero ciertamente valió la pena la espera”, dijo Sajan.

Todos los principales relojeros suizos tuvieron que detener la producción a principios de 2020 cuando Covid-19 paralizó la vida. Los entusiastas de los relojes no lo hicieron. Las casas de subastas aprovecharon la oportunidad para registrar ventas en línea récord. Entre ellos, Antiquorum, Bonhams, Christie's, Sotheby's y Phillips que facturaron unos ingresos de 1.200 millones de dirhams.

En julio del año pasado, un Green Dial Nautilus de Patek Phillipe (ref. 5711) que se vendió tres meses antes por 128.000 dirhams se compró por 1,8 millones de dirhams.

El Rolex Daytona se vende por 36.000 dólares (132.000 dirhams)) frente a los 22.000 dólares de enero de 2020, mientras que el valor de Audemars Piguet 15202 casi se ha duplicado desde 2020.

Lo mejor de estos relojes es que su valor se sigue apreciando”, declaró al diario Khaleej Times, el expatriado indio Ram Tolani, fundador y presidente de Goodwill Insurance Brokers, quien ha acumulado una colección formidable a lo largo de los años. “Mi primer reloj fue un Omega que compré hace 40 años durante un viaje a Singapur. Desde entonces, he comprado todo de Rolex y Pateks”, señaló el residente de Dubai.

En el otro extremo del espectro se encuentra el empresario de 26 años Shauhan Ahamaed Moosa, que empezó a coleccionar relojes de lujo hace apenas unos años. “Todos los años, por mi cumpleaños, me compro un reloj”, dijo Moosa, quien hace unos meses se regaló un Patek Phillippe. “Los relojes de lujo se han vuelto escasos porque la gente los usa como una forma de inversión en lugar de disfrutarlos en la muñeca”, razonó.

Sanjeev Dutta, director ejecutivo de productos básicos y servicios financieros de DMCC, tiene una creencia similar.

Dutta, que comenzó a coleccionar relojes de lujo desde 2010, instó a la gente a desconfiar de las réplicas que han inundado el mercado desde la pandemia. “A menudo es difícil distinguir estas copias verdaderas de las reales si no eres un experto”.

Dutta dijo que los relojes están agotados porque los inventarios no se pudieron reponer a tiempo. Rolex ha negado que esté restringiendo deliberadamente el suministro como parte de una estrategia. Agregó que la larga lista de espera no fue su culpa, ya que no son ellos, sino los minoristas autorizados quienes administran la asignación de relojes a los clientes.

Un coleccionista emiratí reveló que no solo los relojes, sino todo, desde el arte y los bolsos de diseñador hasta las zapatillas de deporte, se han vuelto ridículamente caros. “La escasez de relojes de lujo no es nueva, pero ahora es extrema”, resumió.

Un miembro de Dubai Watch Club dijo que solían ser una comunidad muy unida de personas apasionadas por el pasatiempo. “Ahora todo el mundo parece haberse convertido en coleccionista. Como resultado, incluso los relojes que estaban disponibles hasta hace poco se han puesto al rojo vivo”, se lamentó.

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