Abu Dhabi hace obligatorias las clases de árabe para alumnos de preescolar y primaria

Un maestras con niños en un colegio de EAU. (WAM)
El aprendizaje será dinámico, basado en el juego, la narración y canciones, con dos vías diseñadas para profundizar las habilidades
Con el firme propósito de fomentar el idioma, la identidad y la pertenencia desde los primeros años de aprendizaje, el Departamento de Educación y Conocimiento de Abu Dhabi (ADEK) ha revelado una nueva política que integrará el árabe en todos los jardines de infancia privados y concertados del emirato, abarcando desde Pre-KG hasta KG2, a partir del otoño de 2025.

Más allá de la mera alfabetización, esta iniciativa busca anclar a la próxima generación en sus raíces lingüísticas y establecer un cimiento sólido en su lengua materna desde el inicio de su formación. La Política Curricular de Árabe para Niños de Primaria de ADEK ahora garantiza que todos los alumnos reciban 240 minutos semanales de instrucción en árabe, con un incremento a 300 minutos a partir del curso académico 2026/27. De esta forma, se dará a cada niño, ya sea hablante nativo o principiante, la oportunidad de desarrollarse con confianza en el idioma que los vincula con su cultura y futuro.

¿Por qué este impulso ahora? Las evidencias son contundentes: los niños adquieren idiomas más efectivamente durante su infancia, y el árabe se erige como un puente hacia la identidad, valores y relatos que nos definen. Una reciente encuesta de ADEK indicó que, aunque el árabe se habla ampliamente en el hogar, muchos niños batallan por utilizarlo con soltura. Esta política pretende cerrar esa brecha, promoviendo una colaboración efectiva entre escuelas y familias.

El aprendizaje será dinámico, basado en el juego, la narración y canciones, con dos vías diseñadas para profundizar las habilidades en árabe según el nivel del estudiante. “Esto va más allá de simplemente añadir clases de árabe”, enfatizó la directora ejecutiva de Educación Temprana, Mariam Al Hallami.

El nuevo currículo también incluye a los padres, quienes jugarán un papel clave al practicar y disfrutar del idioma junto a sus hijos. Este enfoque integral asegura que el árabe no solo sea una asignatura, sino una parte vibrante de la vida cotidiana de los niños.