Los investigadores que examinaron el aterrizaje en 2016 de un vuelo de Emirates en Dubai dicen que el avión no tuvo problemas mecánicos previos al incidente.
Un comunicado emitido este domingo por la Autoridad General de Aviación Civil (GCAA) señaló que "no se encontraron anomalías en el motor o en los sistemas hasta el momento del accidente".
La declaración afirma que los investigadores están "trabajando para determinar y analizar los factores de desempeño humanos que influyeron en las acciones de la tripulación del vuelo".
Un informe preliminar del siniestro encontró que el piloto abortó el aterrizaje después de fuertes ráfagas de viento, pero el avión llegó a la pista mientras su tren de aterrizaje se retraía.
La investigación realizada por el GCAA llevó a cabo un examen detallado de los sistemas de evacuación de las aeronaves, incluyendo el funcionamiento de los toboganes de escape de emergencia y los efectos del viento en dichas rampas.
El 3 de agosto de 2016, un aterrizaje accidental en Dubai destruyó el Emirates Boeing 777-300 procedente de Thiruvananthapuram, India.
Veintiún pasajeros, un miembro de la tripulación de vuelo y cuatro tripulantes de cabina sufrieron heridas leves. Cuatro tripulantes de cabina sufrieron heridas graves.
Aproximadamente nueve minutos después de que el avión se detuviera, Jassim Al Baloushi - un bombero de Ras Al Khaimah - murió debido a la explosión de un tanque de combustible del ala.
