La diversidad religiosa en Oriente Medio: un enfoque desde Emiratos Árabes

Impresionante imagen de la iglesia San Antonio de Padua en RAK. (EL CORREO)
Con una población de alrededor de un millón de católicos, las iglesias locales suelen estar abarrotadas en días conmemorativos como la Nochebuena y el Viernes Santo
En el contexto de las tensiones y conflictos que se ciernes sobre Oriente Medio, es fundamental evitar generalizaciones que no reflejan la complejidad social y cultural de la región. A pesar de que algunos discursos pueden sugerir una disminución de la presencia cristiana, la realidad en países como Emiratos Árabes Unidos ofrece una perspectiva diferente.

Emiratos Árabes se erige como un ejemplo de convivencia pacífica entre diversas confesiones religiosas. Con una población de alrededor de un millón de católicos, las iglesias locales suelen estar abarrotadas en días conmemorativos como la Nochebuena y el Viernes Santo, lo que evidencia una comunidad vibrante y activa. Este fenómeno contrasta con la percepción de que la región está perdiendo su diversidad religiosa.

La apertura y el respeto hacia el cristianismo en Emiratos se manifiestan no solo en la convivencia pacífica entre mezquitas e iglesias, sino también en la asistencia de figuras gubernamentales a la inauguración de nuevos templos. Esta interacción resalta un compromiso por parte de las autoridades emiratíes con la pluralidad religiosa, rompiendo así estereotipos sobre la intolerancia en la región.

Además, la creciente población cristiana en el país, compuesta en su mayoría por inmigrantes indios y filipinos, refuerza la idea de que la fe cristiana no solo se mantiene, sino que crece. Las comunidades religiosas continúan desarrollándose y fortaleciendo sus lazos, desafiando la noción de que los cristianos están en peligro de extinción en Oriente Medio.

Por lo tanto, es crucial abordar estas realidades con un enfoque matizado que reconozca la riqueza de la diversidad religiosa en la región. La simplificación de la situación puede llevar a malentendidos que no ayudan a promover la paz y la convivencia entre diferentes culturas y creencias. En definitiva, Oriente Medio sigue siendo un mosaico de tradiciones religiosas, donde la coexistencia pacífica es posible y se celebra cotidianamente