Su Alteza el jeque Sultan bin Muhammad Al Qasimi, miembro del Consejo Supremo y gobernante de Sharjah, ordenó a un banco que cancelara la subasta de una casa propiedad de un ciudadano de Emiratos Árabes Unidos.
El banco tenía previsto subastar la casa, que se compró mediante un préstamo por valor de 3.500.000 dirhams.
El gobernante de Sharjah ordenó a las autoridades interesadas que hicieran un seguimiento del problema del ciudadano y lo abordaran.
El banco pretendía vender la casa debido a un retraso de dos años en el pago de las cuotas restantes. El dinero adeudado al banco ascendía a alrededor de 1.400.000 dirhams, que el cliente del banco no pudo liquidar debido a sus circunstancias financieras.
El gobernante intervino y emitió su orden después de escuchar a los emiratíes discutir su problema en el programa Direct Line de Sharjah Radio and Television.
El emiratí señaló que mantiene a su familia, incluida su madre, dos esposas y cuatro hijos, y que era dueño de una fábrica que fue completamente destruida en un incendio. No cumplió con su compromiso de préstamo con el banco debido a su pérdida y dificultades financieras.
El banco iba a proceder a poner la casa en venta a más tardar el 10 de noviembre, una vez finalizado el plazo de seis meses, si no se le abonaba el total adeudado.
El afectado pidió ayuda a las autoridades, quería que el banco reprogramara el préstamo restante y redujera el valor de la cuota mensual a 10.000 dirhams.
