El Líbano pretende atraer de nuevo a los turistas ricos de Emiratos y del Golfo

Centro de Beirut, capital de Líbano. (Fuente externa)
Las señales de cambio son palpables: las vallas políticas en Beirut han cedido ante anuncios de una "nueva era" para el país
Los cielos de Beirut se iluminaron con un espectáculo deslumbrante de fuegos artificiales, mientras las melodías nostálgicas de los años 60 y 70 resonaban en el icónico Hotel St. Georges, frente al radiante mar Mediterráneo. Este evento, organizado por el Ministerio de Turismo del Líbano, no solo celebra una era dorada perdida, sino que también marca un intento renovado de revivir la economía del país tras años de conflicto.

En tiempos anteriores a la guerra civil de 1975, el Líbano era el destino favorito de turistas adinerados del Golfo Arábigo. Sin embargo, la llegada de Hezboláh al poder ha deteriorado las relaciones con estos vecinos, afectando gravemente al turismo. Tras la reciente guerra con Israel, los nuevos líderes políticos ven una oportunidad de reestablecer lazos económicos y de turismo, crucial para revitalizar su economía.

"El turismo es un gran catalizador", afirma la ministra de Turismo, Laura Khazen Lahoud, enfatizando la necesidad de levantar las prohibiciones de viaje impuestas por países del Golfo. Las señales de cambio son palpables: las vallas políticas en Beirut han cedido ante anuncios de una "nueva era" para el Líbano, mientras aumentan las patrullas de seguridad.

Aunque el turismo representa solo una parte de la solución, parece ser la estrategia más viable en este proceso de reconciliación económica. Sami Zoughaib, director de investigación de The Policy Initiative, indica que "es lo más lógico" dado el contexto actual, donde el Líbano anhela recuperar su estatus como un destino atractivo.

Mientras las playas de Batroun se llenan de visitantes, la esperanza florece entre los empresarios locales. Sin embargo, la recuperación total del país dependerá de reformas más amplias en un sistema agobiado por la corrupción y la ineficiencia. A medida que las luces del renacimiento brillan sobre Beirut, el camino hacia la prosperidad aún está lleno de desafíos.