23 de febrero de 2025, 11:41
Durante el mes sagrado del Ramadán, los trabajadores en Emiratos Árabes Unidos tienen derecho a una jornada laboral reducida en dos horas diarias, según lo estipulado en el Artículo 15(2) de la Resolución de Gabinete No. 1 de 2022. Esta normativa se alinea con el Decreto Ley Federal No. 33 de 2021 sobre la regulación de las relaciones laborales en el país.
La reducción de la jornada laboral es obligatoria y aplicable a todos los empleados durante el Ramadán. En este sentido, si un trabajador requiere trabajar más allá de las horas establecidas, dicho tiempo se considerará como horas extraordinarias. De acuerdo al Artículo 19(2) de la Ley de Empleo, los empleados que trabajen horas extra deben recibir al menos un 25% adicional sobre su salario regular.
Asimismo, los empleadores están obligados a permitir un descanso para el iftar, la comida que rompe el ayuno diario, a todos los trabajadores musulmanes. Sin embargo, si la continuidad de las operaciones es esencial, se permite la contratación de empleados no musulmanes para cubrir turnos durante este período. Este enfoque facilita que las empresas mantengan su funcionamiento mientras respetan las prácticas religiosas de sus trabajadores.
Además, las empresas que operan dentro de zonas francas deben verificar si existen regulaciones adicionales que afecten el horario laboral durante el Ramadán, garantizando así el cumplimiento de las normativas locales y específicas.
La implementación de estas medidas busca equilibrar las necesidades laborales con el respeto a las tradiciones culturales y religiosas del país, promoviendo un ambiente de trabajo justo y equitativo durante el mes sagrado.
La reducción de la jornada laboral es obligatoria y aplicable a todos los empleados durante el Ramadán. En este sentido, si un trabajador requiere trabajar más allá de las horas establecidas, dicho tiempo se considerará como horas extraordinarias. De acuerdo al Artículo 19(2) de la Ley de Empleo, los empleados que trabajen horas extra deben recibir al menos un 25% adicional sobre su salario regular.
Asimismo, los empleadores están obligados a permitir un descanso para el iftar, la comida que rompe el ayuno diario, a todos los trabajadores musulmanes. Sin embargo, si la continuidad de las operaciones es esencial, se permite la contratación de empleados no musulmanes para cubrir turnos durante este período. Este enfoque facilita que las empresas mantengan su funcionamiento mientras respetan las prácticas religiosas de sus trabajadores.
Además, las empresas que operan dentro de zonas francas deben verificar si existen regulaciones adicionales que afecten el horario laboral durante el Ramadán, garantizando así el cumplimiento de las normativas locales y específicas.
La implementación de estas medidas busca equilibrar las necesidades laborales con el respeto a las tradiciones culturales y religiosas del país, promoviendo un ambiente de trabajo justo y equitativo durante el mes sagrado.