viernes. 03.05.2024

El proyecto de conversión de residuos en energía del emirato de Sharjah, el primero de este tipo en Oriente Medio, ha redoblado sus esfuerzos para reutilizar los residuos de los vertederos y contribuir a la producción de energía limpia. Desde su puesta en marcha hace un año, la planta ha aumentado su tasa de desvío de residuos del 76 al 90%, alineándose con el objetivo de Emiratos Árabes Unidos (EAU) de lograr la neutralidad climática para 2050 y diversificar el mix energético.

Este importante logro permite a Beeah y a su socio estratégico Masdar mostrar su historia de éxito en la próxima 28 Conferencia de las Partes (COP 28) que acogerá EAU en noviembre.

En una entrevista concedida a la Agencia de Noticias de Emiratos Árabes Unidos (WAM), la ingeniera jefe de Beeah Energy, filial de Beeah Group, Nouf Mohamad Jamal Wazir, declaró que la planta, cuya construcción costó 200 millones de dólares, está estudiando actualmente posibilidades de ampliación y el establecimiento de plantas similares en otros emiratos. La planta ha recibido varias consultas de diversas entidades del país, con el objetivo de replicar su logro de conversión de residuos en energía. También ha recibido solicitudes de otros países con objetivos similares.

Wazir subrayó que el diseño de la planta de Sharjah permite una futura ampliación en caso necesario, y destacó la importante contribución de los ingenieros emiratíes al proyecto desde su concepción hasta su finalización y puesta en funcionamiento. Además, reveló que, en un año, la central ha generado electricidad para abastecer a 2.000 hogares de Sharjah conectándola a la red de la Autoridad de Electricidad, Agua y Gas. Además, la planta ha reducido las emisiones nocivas de dióxido de carbono en 150.000 toneladas.

Una vez en pleno funcionamiento, la planta ayudará a convertir anualmente casi 300.000 toneladas de residuos en energía, produciendo 30 megavatios (MW) de electricidad baja en carbono, suficiente para abastecer a casi 28.000 hogares de EAU.

El proyecto también contribuirá a evitar la emisión de hasta 450.000 toneladas anuales de dióxido de carbono, apoyando los esfuerzos del país por hacer realidad su iniciativa estratégica de alcanzar la neutralidad climática en 2050. Este esfuerzo respalda las iniciativas de sostenibilidad, conservación del medio ambiente y mejora del nivel de vida sostenible en el emirato y en toda la región.

En cuanto al funcionamiento de la planta, Nouf explicó que procesa residuos no reciclables a altas temperaturas y el calor resultante se recupera en una caldera, que produce vapor y acciona una turbina para generar electricidad. Las cenizas producidas durante el proceso se recogen y tratan por separado para recuperar metales y material de ceniza, que puede utilizarse en aplicaciones de construcción y obras. La planta ocupa una superficie de 80.000 metros cuadrados.

El proyecto de conversión de residuos en energía de Sharjah, el primero en Oriente Medio
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