18 de febrero de 2025, 21:44
A medida que se acerca el mes sagrado del Ramadán, los residentes de Emiratos Árabes Unidos (EAU) inician sus preparativos tanto personales como comunitarios. Durante la segunda mitad de Shaban, es común que las familias se organicen para realizar compras al por mayor, lo que les permite ahorrar y asegurarse de tener todos los productos necesarios para el periodo de ayuno.
El Ramadán, un tiempo de reflexión y espiritualidad, conlleva un incremento en las actividades caritativas. Las autoridades instan a los ciudadanos a canalizar sus donaciones a través de plataformas autorizadas, advirtiendo sobre el riesgo de contribuir a campañas no reguladas. La sadaqah, o donación caritativa, puede adoptar diversas formas, desde contribuciones monetarias hasta entrega de alimentos.
Además, se recuerda a la población que la recaudación de fondos sin licencia está prohibida y puede acarrear multas significativas que oscilan entre 150.000 y 300.000 dirhams, así como la confiscación de las donaciones. Sin embargo, se permite apoyar a familiares en situaciones de necesidad, siempre que se mantenga dentro de los límites legales establecidos.
Durante el mes sagrado, también se requiere que los conductores respeten las normativas de estacionamiento alrededor de mezquitas, particularmente durante las oraciones de Taraweeh. Las infracciones pueden resultar en multas de hasta 500 dirhams.
Las autoridades también han intensificado la vigilancia contra la mendicidad, recordando que esta actividad puede tener sanciones severas. Aquellos que deseen contribuir a la comunidad están motivados a hacerlo mediante acciones de voluntariado, con la condición de operar bajo las normas establecidas.
En este contexto multicultural, se hace hincapié en la importancia del respeto mutuo, recordando a todos los residentes que cumplan con ciertas normas de etiqueta durante el Ramadán. No se permite hacer ruido innecesario ni comportamientos irrespetuosos, promoviendo un ambiente de paz y armonía.
El Ramadán, un tiempo de reflexión y espiritualidad, conlleva un incremento en las actividades caritativas. Las autoridades instan a los ciudadanos a canalizar sus donaciones a través de plataformas autorizadas, advirtiendo sobre el riesgo de contribuir a campañas no reguladas. La sadaqah, o donación caritativa, puede adoptar diversas formas, desde contribuciones monetarias hasta entrega de alimentos.
Además, se recuerda a la población que la recaudación de fondos sin licencia está prohibida y puede acarrear multas significativas que oscilan entre 150.000 y 300.000 dirhams, así como la confiscación de las donaciones. Sin embargo, se permite apoyar a familiares en situaciones de necesidad, siempre que se mantenga dentro de los límites legales establecidos.
Durante el mes sagrado, también se requiere que los conductores respeten las normativas de estacionamiento alrededor de mezquitas, particularmente durante las oraciones de Taraweeh. Las infracciones pueden resultar en multas de hasta 500 dirhams.
Las autoridades también han intensificado la vigilancia contra la mendicidad, recordando que esta actividad puede tener sanciones severas. Aquellos que deseen contribuir a la comunidad están motivados a hacerlo mediante acciones de voluntariado, con la condición de operar bajo las normas establecidas.
En este contexto multicultural, se hace hincapié en la importancia del respeto mutuo, recordando a todos los residentes que cumplan con ciertas normas de etiqueta durante el Ramadán. No se permite hacer ruido innecesario ni comportamientos irrespetuosos, promoviendo un ambiente de paz y armonía.