Sharjah: Un emirato que define el futuro a través de su patrimonio

Najd Al Maqsar en el emirato de Sharjah. (Fuente externa)
La fusión de lo antiguo y lo nuevo también se refleja en The Chedi Al Bait, un hotel de lujo que ocupa casas de la familia Al Midfa, restauradas meticulosamente para conservar su autenticidad
En un contexto global donde la modernización parece ir de la mano con el olvido del pasado, Sharjah se erige como un modelo de desarrollo sostenible al poner en el centro de su agenda la preservación del patrimonio. El emirato está llevando a cabo una ambiciosa restauración de edificios históricos, zocos tradicionales y barrios, transformándolos en vibrantes destinos culturales y económicos que rinden homenaje a su rica historia.

Desde el distrito Heart of Sharjah hasta aldeas remotas en las montañas y desiertos, los equipos de restauración utilizan materiales originales como arcilla, piedra coralina y madera para revitalizar estructuras que datan de más de un siglo. Esta labor ha posicionado a Sharjah como líder regional en conservación patrimonial, con la UNESCO reconociendo que el 77% de los sitios patrimonio mundial son culturales, vitales para el turismo y la economía local.

A pesar de que la restauración puede resultar entre un 30% y un 50% más costosa que la construcción moderna, los beneficios a largo plazo son tangibles. Un ejemplo destacado es el Corazón de Sharjah, un vasto proyecto de restauración donde la historia se vive intensamente a través de zocos y edificios centenarios.

La fusión de lo antiguo y lo nuevo también se refleja en The Chedi Al Bait, un hotel de lujo que ocupa casas de la familia Al Midfa, restauradas meticulosamente para conservar su autenticidad. Además, proyectos en Khor Fakkan y el Al Faya Retreat demuestran cómo el patrimonio puede integrarse con el ecoturismo.

La directora de proyectos de Shurooq, Khawla Sayed Al Hashimi, subraya que el patrimonio no es solo nostalgia, sino un pilar esencial del desarrollo sostenible, reafirmando que cada restauración contribuye a reescribir la narrativa de Sharjah, uniendo pasado y futuro.