8 de mayo de 2025, 7:36
El Gobierno de Sudán anunció este martes la ruptura de relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos (EAU), al calificarlo de país "agresor". Esta declaración surge tras acusaciones contundentes que vinculan a EAU con el respaldo al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en el contexto de la devastadora guerra que asola al país, acusándolo además de ser "cómplice de genocidio".
De acuerdo con un comunicado emitido por el Consejo de Seguridad y Defensa sudanés, esta decisión fue tomada en respuesta a la "agresión continua" de EAU. En su declaración, el organismo confirmó la retirada de la Embajada y del Consulado general de Sudán en EAU, así como la intención de tomar medidas necesarias para salvaguardar la soberanía e integridad territorial del país, conforme al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
Las acusaciones son graves: se señala que Emiratos ha intensificado su apoyo militar a las FAR, proporcionando armas estratégicas avanzadas y atacando infraestructuras vitales del país, incluidos depósitos de petróleo y el aeropuerto de Port Sudán, el cual ha sido blanco de ataques aéreos durante tres días consecutivos.
Esta drástica medida se produce un día después de que la Corte Internacional de Justicia desestimara la denuncia de Sudán contra EAU, alegando falta de jurisdicción para abordar el caso. El conflicto, que ha desencadenado una de las crisis humanitarias más severas del mundo, sigue siendo motivo de preocupación internacional, mientras EAU niega cualquier implicación en la guerra sudanesa.
La situación se presenta como un capítulo más en la compleja trama de conflicto y tensión que caracteriza actualmente a la región, donde las luchas de poder continúan repercutiendo profundamente en la vida de los ciudadanos.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Consejo de Seguridad y Defensa sudanés, esta decisión fue tomada en respuesta a la "agresión continua" de EAU. En su declaración, el organismo confirmó la retirada de la Embajada y del Consulado general de Sudán en EAU, así como la intención de tomar medidas necesarias para salvaguardar la soberanía e integridad territorial del país, conforme al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
Las acusaciones son graves: se señala que Emiratos ha intensificado su apoyo militar a las FAR, proporcionando armas estratégicas avanzadas y atacando infraestructuras vitales del país, incluidos depósitos de petróleo y el aeropuerto de Port Sudán, el cual ha sido blanco de ataques aéreos durante tres días consecutivos.
Esta drástica medida se produce un día después de que la Corte Internacional de Justicia desestimara la denuncia de Sudán contra EAU, alegando falta de jurisdicción para abordar el caso. El conflicto, que ha desencadenado una de las crisis humanitarias más severas del mundo, sigue siendo motivo de preocupación internacional, mientras EAU niega cualquier implicación en la guerra sudanesa.
La situación se presenta como un capítulo más en la compleja trama de conflicto y tensión que caracteriza actualmente a la región, donde las luchas de poder continúan repercutiendo profundamente en la vida de los ciudadanos.