Las lesiones musculares son más comunes de lo que pensamos, y lo cierto es que estas, en ocasiones, requieren de operación. Es fundamental no atender a los mitos sobre la medicina, pues esta no especula y requiere de máxima precisión para una correcta recuperación
Tomás Fernández es un reconocido doctor deportivo, con más de 30 años de experiencia. El Dr. Fernández es secretario de la comisión médica de La Liga de Fútbol Profesional de España, jefe médico de la delegación española para los Juegos Paralímpicos y jefe de servicio de Medicina y Traumatología del Deporte de la Clínica CEMTRO.
Existen dos indicaciones para operar, en caso de lesión músculo-tendinosa: la producción de un gran hematoma que condicione un dolor que no mejora con nada, o la rotura muscular masiva que provoca impotencia funcional, es decir, que el deportista no puede mover la articulación porque el músculo no transmite fuerza.
Ahora bien, automedicarse es peligroso, y tomar antiinflamatorios, en este caso, también. Y es que, este tipo de medicamentos alteran la coagulación sanguínea, provocan una eficacia discutida, tienen efectos secundarios... El Dr. Fernández advierte de que los antiinflamatorios entorpecen el proceso de recuperación de las lesiones.
Porque, aunque parezca paradójico, la inflamación pone en marcha los mecanismos de reparación y regeneración tisular. Y por ello, si surge la necesidad de suministrar algo para rebajar el dolor, eso debe ser un analgésico.
Asimismo, Tomás Fernández aclara que el frío se utiliza en la fase aguda de las primeras 24 o 48 horas para disminuir el sangrado. Este debe aplicarse por períodos cortos, no más de 15 minutos, durante varias veces al día, pues de lo contrario provocará un efecto rebote. A partir del segundo o tercer día, dependiendo de la lesión, se debe empezar a aplicar termoterapia, calor en fases cortas.
La inmovilización o no del músculo dañado también genera controversia. El Dr. Fernández recomienda no inmovilizar un músculo dañado y comenzar a realizar ejercicios con contracciones suaves desde el inicio de la rotura para que el músculo no se atrofie. No obstante, si el dolor es intenso se puede realizar una inmovilización pero de un periodo de tiempo corto.
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