El Consejo de la Liga Árabe condena la agresión israelí al Líbano
El Consejo de la Liga Árabe a nivel de representantes permanentes condenó enérgicamente la agresión israelí contra el Líbano, subrayando la necesidad de su cese inmediato y considerando cualquier incursión u ocupación del territorio libanés como un asalto a la seguridad nacional árabe.
Así se recoge en una resolución publicada por el consejo al término de su sesión extraordinaria del jueves, presidida por Yemen, bajo el título 'Solidaridad con el Líbano', para hacer frente a las graves repercusiones de la agresión israelí.
El consejo subrayó su plena solidaridad con el Líbano ante la grave agresión, que ha causado la muerte de miles de civiles, entre ellos niños, mujeres, ancianos y médicos, y heridas graves a otros miles.
Los ataquen han provocado el desplazamiento interno de más de un millón de personas, tras la destrucción de miles de unidades residenciales, la devastación completa de ciudades y pueblos y el incendio de vastas zonas agrícolas, lo que constituye crímenes de guerra y contra la humanidad, así como violaciones flagrantes de los convenios, tratados internacionales, del Derecho Internacional Humanitario y de las normas de derechos humanos.
El consejo consideró a Israel responsable de la agresión y afirmó su apoyo a los mecanismos y esfuerzos para que rinda cuentas y sea procesado ante los foros y tribunales internacionales. Asimismo, hizo un llamamiento a los países árabes, a las naciones amigas y a las organizaciones regionales e internacionales para que aceleren el suministro de ayuda financiera y en especie, incluidos alimentos y suministros médicos urgentes, al Líbano, a la luz de la inmensa presión que la brutal agresión está ejerciendo sobre los sectores sanitario, de socorro y social.
El consejo también agradeció la ayuda prestada por las naciones árabes.
Por otro lado, afirmó su apoyo a la posición del Líbano y a sus continuos esfuerzos y comunicaciones con la comunidad internacional para presionar a Israel para que detenga su agresión y cese inmediatamente el fuego, como preludio a la aplicación de las resoluciones de legitimidad internacional, en particular la Resolución 1701.
El consejo pidió la plena ejecución de la resolución en estrecha cooperación entre el ejército libanés y las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que operan en el sur del Líbano. También instó al Consejo de Seguridad de la ONU a que asuma sus responsabilidades poniendo fin a las violaciones terrestres, marítimas y aéreas de la soberanía libanesa por parte de Israel y a que ponga fin a su ocupación de territorios libaneses, reafirmando al mismo tiempo el derecho del Líbano a hacer frente y resistir a esta agresión por todos los medios legítimos.
El consejo acogió con satisfacción la declaración publicada el 25 de septiembre por las potencias internacionales, los Estados árabes y los países amigos, en la que pedían un alto el fuego inmediato y la aplicación de todas las medidas necesarias para imponerlo.
También reiteró su apoyo a los esfuerzos del Estado libanés por extender su soberanía a la totalidad de su territorio internacionalmente reconocido y por reforzar sus instituciones constitucionales en el ejercicio de su autoridad para potenciar la unidad nacional y preservar la seguridad y la estabilidad del país. Esto comienza con la elección de un presidente y la formación de un gobierno capaz de abordar los acuciantes retos políticos, de seguridad, económicos y sociales.
El consejo pidió al secretario general de la Liga Árabe que hiciera un seguimiento de la implementación de esta resolución, se comprometiera con los Estados árabes y pidiera a los consejos ministeriales especializados y a las organizaciones y fondos árabes e internacionales pertinentes que proporcionaran ayuda humanitaria, socorro, suministros médicos y medicinas para salvar vidas.
Del mismo modo, encargó a las misiones de la Liga Árabe en las capitales y en las organizaciones internacionales que se coordinaran con los consejos de embajadores árabes para comunicar y explicar el contenido de esta resolución.
El Consejo de la Liga Árabe a nivel de representantes permanentes decidió mantener sus sesiones en sesión continua para supervisar la situación y convocar una reunión ministerial siempre que sea necesario.