jueves. 28.03.2024

El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el miércoles un cese inmediato de los combates en Yemen y dijo que solo un alto el fuego duradero y un acuerdo político pueden poner fin al conflicto de seis años en la nación más pobre del mundo árabe y la peor crisis humanitaria del mundo.

Al pedir el cese de las hostilidades, el consejo destacó la escalada militar de los rebeldes chiítas hutíes respaldados por Irán en la provincia central de Marib, rica en petróleo, el último bastión del Gobierno internacionalmente reconocido en la mitad norte de Yemen. La ofensiva ha puesto en riesgo a aproximadamente a un millón de civiles que han huido allí desde 2015 para escapar de los combates en otros lugares.

El comunicado de prensa del Consejo siguió a una sesión informativa del enviado especial de la ONU, Martin Griffiths, quien dijo que no podía enfatizar lo suficiente que la ofensiva hutí de más de un año "ha causado una asombrosa pérdida de vidas, incluidos niños que han sido arrojados sin piedad a la batalla". Las personas desplazadas en Marib están viviendo con el temor por sus vidas, dijo, "y la ofensiva hasta ahora ha interrumpido constantemente los esfuerzos de paz".

En 2014, los hutíes invadieron la capital, Saná, y gran parte del norte de Yemen, lo que llevó al exilio al Gobierno del presidente Abed Rabbo Mansour Hadi. Una coalición liderada por Arabia Saudita y respaldada por Estados Unidos intervino el año siguiente contra los hutíes que buscaban restaurar el gobierno de Hadi.

La intensificación de los combates en Marib se produjo en medio de un impulso diplomático internacional y regional para poner fin al conflicto.

“Cuanto más se prolongue la ofensiva de Marib, mayor será el riesgo para la estabilidad y la cohesión social de Yemen”, advirtió Griffiths. “Puede dar lugar a la transferencia del conflicto a otras zonas de Yemen, incluidas las que afortunadamente se han mantenido alejadas de los principales escenarios del conflicto. Yemen es un país inestable, que se desestabiliza fácilmente".

Griffiths expresó su temor de que la ofensiva de Marib pueda sugerir a algunos que la guerra se puede ganar militarmente, pero dijo que la conquista militar solo alimentará más ciclos de violencia y disturbios. Agregó que Yemen solo puede ser gobernado de manera efectiva por una "asociación inclusiva" de "diferentes fuerzas políticas y componentes".

Por su parte, el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, señaló al consejo que unas 25.000 personas han huido de los combates en Marib, muchas por segunda o tercera vez. Si la lucha no se detiene, dijo, "las agencias de ayuda temen que hasta 385.000 personas puedan ser desplazadas en los próximos meses". "La hambruna sigue acechando al país, con cinco millones de personas a un paso de morir de hambre", y los casos de Covid-19 siguen aumentando, "empujando al sistema de salud al colapso". El hambre, las enfermedades y otras miserias son el resultado de la guerra y por eso “es tan importante detener los combates”, dijo.

Desde marzo de 2020, Griffiths ha estado tratando de lograr que los hutíes y el Gobierno se comprometan con un alto el fuego a nivel nacional, reabrir el aeropuerto de Saná al tráfico comercial, garantizar un flujo ininterrumpido de combustible y productos básicos a través del puerto principal de Hodeida y reanudar un proceso destinado a alcanzar un arreglo político. “Estoy aquí para decir que todavía es muy posible llegar a un acuerdo”, dijo Griffiths al Consejo. "Hay un fuerte respaldo internacional y un impulso regional para los esfuerzos de la ONU", dijo, y expresó su gratitud a Omán, Arabia Saudita, Estados Unidos y otros. Están trabajando de cerca y "sin diferencias entre nosotros", dijo. Las diferencias entre las partes en Yemen "no son infranqueables" y "se puede lograr un acuerdo fácil, muy rápidamente", si ambas partes se ponen de acuerdo. Pero le dijo al Consejo que en varias ocasiones durante las negociaciones, los hutíes se negaron a reunirse con él, incluso recientemente. "Decir que esto envía una señal incorrecta es quedarse corto", concluyó el portavoz.

El Consejo de Seguridad de la ONU insta a un alto el fuego inmediato en Yemen
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