Las Fuerzas Armadas de EAU ha concluido un curso de entrenamiento militar intensivo para reclutas en la isla yemení de Socotra.
Los reclutas, que se sometieron a la formación en diversas disciplinas, ayudarán a asegurar las zonas costeras de la isla. Recibieron formación en el campo de batalla y habilidades en el uso de varias armas, la seguridad interna, la topografía, el fuego real y primeros auxilios.
Los graduados realizaron un desfile para mostrar su disposición a defender a su país y expresaron su agradecimiento a EAU, bajo el liderazgo del presidente Su Alteza el jeque Khalifa bin Zayed Al Nahyan, por el entrenamiento recibido que tiene como fin proteger su tierra natal.
La increíble isla de Socotra, situada en el Índico, se encuentra en el camino de los marineros que siguieron la senda de Simbad.
Socotra, aunque no lo parezca es parte de este mundo. Es como un "mundo olvidado", entre perdido y virgen, que tiene una flora y una fauna jamás vistas en otro lado. Un campo biótico autóctono, un microuniverso único y natural considerado el sitio más extraño del planeta. Un objeto de estudio, un paraíso para los ecologistas que se está deteriorando con una rapidez inusitada. Socotra es –hoy- parte de este mundo. Pero puede que pronto no lo siga siendo.
De junio a septiembre la isla es inaccesible por la fuerza del viento y el potente oleaje. Es la isla principal de un archipiélago que integra la República de Yemen. Está ubicada junto a otras tres pequeñas islas (Abd Al Kuri, Samha y Darsa) sobre el océano Índico a 350 kilómetros de la costa arábiga, justo en el cuerno de África. Su clima desértico, árido y semiárido tropical monzónico la mantiene alejada de casi todo.
Animales que nadie identifica, plantas que no se reconocen y una naturaleza tan extravagante que se cree extraterrestre. Parece una creación de ciencia ficción. Una tierra encantada, mágica, descontextualizada del mundo, traída de otros confines de la galaxia.
La gran cantidad de peces que pueblan las costas del archipiélago se explica por la pesca de subsistencia que emplean sus habitantes: la necesaria para sobrevivir. Los camellos tienen limitado su radio de acción para no alterar el frágil equilibrio de las comunidades vegetales.
