19 de octubre de 2025, 11:48
Los rebeldes hutíes han llevado a cabo un ataque al complejo de las Naciones Unidas ubicado en la capital yemení, Saná, donde han detenido a miembros del personal humanitario, según informaciones confirmadas por un portavoz de la organización.
El representante del Coordinador Residente de la ONU para Yemen, Jean Alam, indicó al periódico de Abu Dhabi, The National, que “hubo una entrada no autorizada por parte de miembros de seguridad de Ansar Allah [los hutíes] al complejo de la ONU”, que en este momento alberga a 15 empleados internacionales. Afortunadamente, todos se encuentran a salvo y han podido comunicarse con sus familias.
A raíz del ataque, la ONU ha activado protocolos de seguridad y está en contacto con las autoridades locales para garantizar la protección del personal y de las instalaciones. Este incidente se suma a una serie de hostigamientos dirigidos por los hutíes contra organizaciones internacionales, que incluyen la detención previa de decenas de trabajadores de la ONU y de grupos de ayuda humanitaria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda preocupación por las repetidas acusaciones de espionaje formuladas por los hutíes en contra del personal de la organización. Guterres calificó estas afirmaciones como "peligrosas e inaceptables", señalando que “ponen en grave peligro la seguridad del personal de la ONU y de los trabajadores humanitarios”.
En otro incidente relacionado, un petrolero se incendió en el Golfo de Adén tras ser alcanzado por un proyectil, aunque los hutíes no han reclamado la responsabilidad del ataque hasta el momento. Esta serie de eventos resalta el creciente riesgo a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios en Yemen, en medio de un conflicto prolongado que continúa afectando a la población civil y a las operaciones de asistencia internacional.
El representante del Coordinador Residente de la ONU para Yemen, Jean Alam, indicó al periódico de Abu Dhabi, The National, que “hubo una entrada no autorizada por parte de miembros de seguridad de Ansar Allah [los hutíes] al complejo de la ONU”, que en este momento alberga a 15 empleados internacionales. Afortunadamente, todos se encuentran a salvo y han podido comunicarse con sus familias.
A raíz del ataque, la ONU ha activado protocolos de seguridad y está en contacto con las autoridades locales para garantizar la protección del personal y de las instalaciones. Este incidente se suma a una serie de hostigamientos dirigidos por los hutíes contra organizaciones internacionales, que incluyen la detención previa de decenas de trabajadores de la ONU y de grupos de ayuda humanitaria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda preocupación por las repetidas acusaciones de espionaje formuladas por los hutíes en contra del personal de la organización. Guterres calificó estas afirmaciones como "peligrosas e inaceptables", señalando que “ponen en grave peligro la seguridad del personal de la ONU y de los trabajadores humanitarios”.
En otro incidente relacionado, un petrolero se incendió en el Golfo de Adén tras ser alcanzado por un proyectil, aunque los hutíes no han reclamado la responsabilidad del ataque hasta el momento. Esta serie de eventos resalta el creciente riesgo a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios en Yemen, en medio de un conflicto prolongado que continúa afectando a la población civil y a las operaciones de asistencia internacional.