18 de marzo de 2025, 9:30
En un resurgimiento violento del conflicto, los ataques aéreos israelíes en Gaza este martes han cobrado la vida de al menos 200 personas, según informaron las autoridades sanitarias palestinas. Los bombardeos, que comenzaron esta mañana, impactaron en múltiples localidades, incluyendo el norte de Gaza, la ciudad de Gaza, y áreas del centro y sur como Deir al-Balah, Khan Younis y Rafah.
Los informes indican que muchos de los fallecidos son niños, un reflejo devastador de la crisis humanitaria que asola la región tras más de 15 meses de hostilidades. Las instalaciones hospitalarias, ya sobrecargadas, se enfrentan a la llegada de numerosas víctimas; la Media Luna Roja Palestina reportó atender a 86 muertos y al menos 134 heridos, mientras otros afectados fueron trasladados en vehículos privados a hospitales desbordados.
El ejército israelí, firme en su estrategia, declaró haber atacado múltiples objetivos relacionados con Hamás, indicando que estos ataques podrían extenderse más allá de lo aéreo. "Israel actuará a partir de ahora contra Hamás con una fuerza militar cada vez mayor", señaló un portavoz del primer ministro Benjamin Netanyahu. Las autoridades israelíes acusaron a Hamás de romper el alto el fuego y negarse a liberar a los rehenes, de los cuales aún permanecen 59 en Gaza.
En Washington, un portavoz de la Casa Blanca confirmó que Israel consultó a la administración estadounidense previamente a los ataques, argumentando que tenían como objetivo líderes de Hamás y su infraestructura. Testigos en Gaza reportaron que los tanques israelíes bombardearon áreas en Rafah, obligando a muchas familias a huir nuevamente.
Mientras tanto, las negociaciones entre Israel y Hamás, que se llevaban a cabo en Doha con mediadores de Egipto y Qatar, parecen haberse estancado. Hamás exige que se respete el acuerdo original de alto el fuego, mientras ambos bandos se acusan mutuamente de incumplir los términos acordados.
Con el telón de fondo de una devastación sin precedentes, gran parte de Gaza se encuentra en ruinas, y la comunidad internacional observa con preocupación cómo el círculo de violencia se cierra una vez más.
Los informes indican que muchos de los fallecidos son niños, un reflejo devastador de la crisis humanitaria que asola la región tras más de 15 meses de hostilidades. Las instalaciones hospitalarias, ya sobrecargadas, se enfrentan a la llegada de numerosas víctimas; la Media Luna Roja Palestina reportó atender a 86 muertos y al menos 134 heridos, mientras otros afectados fueron trasladados en vehículos privados a hospitales desbordados.
El ejército israelí, firme en su estrategia, declaró haber atacado múltiples objetivos relacionados con Hamás, indicando que estos ataques podrían extenderse más allá de lo aéreo. "Israel actuará a partir de ahora contra Hamás con una fuerza militar cada vez mayor", señaló un portavoz del primer ministro Benjamin Netanyahu. Las autoridades israelíes acusaron a Hamás de romper el alto el fuego y negarse a liberar a los rehenes, de los cuales aún permanecen 59 en Gaza.
En Washington, un portavoz de la Casa Blanca confirmó que Israel consultó a la administración estadounidense previamente a los ataques, argumentando que tenían como objetivo líderes de Hamás y su infraestructura. Testigos en Gaza reportaron que los tanques israelíes bombardearon áreas en Rafah, obligando a muchas familias a huir nuevamente.
Mientras tanto, las negociaciones entre Israel y Hamás, que se llevaban a cabo en Doha con mediadores de Egipto y Qatar, parecen haberse estancado. Hamás exige que se respete el acuerdo original de alto el fuego, mientras ambos bandos se acusan mutuamente de incumplir los términos acordados.
Con el telón de fondo de una devastación sin precedentes, gran parte de Gaza se encuentra en ruinas, y la comunidad internacional observa con preocupación cómo el círculo de violencia se cierra una vez más.