jueves. 28.03.2024

Un ministro de Yemen del Gobierno reconocido internacionalmente acusó este martes a los rebeldes de obligar a los niños a combatir en la guerra civil del país, asegurando que los hutíes han reclutado a un máximo de 4.800 mernores en los últimos seis meses.

El ministro de Derechos Humanos Ezz Al Deen Al Asbahi también declaró que los hutíes han matado a cerca de 1.000 civiles en el conflicto, que dura ya dos años, y que más de 300 niños han muerto, ya sea por causa de los disparos o de los cohetes.

En declaraciones desde El Cairo, Al Asbahi dijo que sobre unas 3.000 personas han sido detenidas por los rebeldes en las zonas bajo su control y que hay unos 70 casos de tortura en las prisiones controladas por los hutíes, según informa el diario Gulf News.

Sus cifras no pudieron ser verificadas de forma independiente en el país devastado por la guerra, pero los combatientes son reconocidos por reclutar a niños para su causa.

El portavoz oficial de los hutíes con los medios de comunicación, Abdul Rahman Al Ahnoumi, negó las acusaciones e informó a la agencia de noticias AP que la declaración de Al Asbahi es un intento de "engañar" a la opinión pública internacional.

Mientras tanto, se intensificaron los combates en Yemen desde el lunes en las cercanías de la capital, Saná, entre las fuerzas leales al gobierno reconocido internacionalmente respaldado por la Coalición liderada por Arabia Saudita, y los hutíes, según funcionarios militares y fuentes médicas.

El foco de la batalla se encuentra en la ciudad montañosa de Sarwah, al este de la capital, donde las fuerzas pro-gubernamentales tienen como objetivo romper un estancamiento de meses y lograr despejar el camino hacia Saná. 

Los funcionarios manifestaron que el bombardeo aéreo pesado en la zona fronteriza de Midi, al noroeste de Saná, dejó decenas de muertos y heridos entre los combatientes. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no están autorizados a hablar con los medios.

Desde marzo de 2015, una Coalición liderada por Arabia Saudita lleva a cabo una campaña aérea con el objetivo de desalojar a los hutíes de las ciudades bajo su control. Un año más tarde, Yemen está prácticamente dividido entre la región norte, bajo control hutí, y la región sur, bajo el control de los combatientes del Gobierno del presidente Abd Rabbo Mansour Hadi.

La Coalición apoyada por Estados Unidos y el Gobierno de Yemen está tratando de ampliar las áreas bajo su control como una forma de presionar a los rebeldes para que acepten el acuerdo de paz que implica su retirada de las ciudades y la entrega de las armas pesadas a cambio de un acuerdo para compartir el poder.

La escalada de los combates sigue después del colapso de la última ronda de conversaciones de paz, propuestas por la ONU y celebrada en agosto.

Un ministro de Yemen acusa a los hutíes de reclutar niños para la guerra
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