Los rebeldes islamistas a las puertas de Damasco y sin rastro del presidente sirio
La ausencia de Bashar al-Assad en Damasco ha encendido las especulaciones. La CNN informó, según una fuente, que la Guardia Presidencial ya no protege su residencia habitual, una señal poco común si estuviera en la ciudad.
Aunque el Gobierno sirio insiste en que el presidente no ha huido, los rebeldes continúan intentando obtener datos fiables sobre su paradero. Por ahora, todo apunta a un movimiento estratégico que deja abierta la incógnita de su ubicación.
Mientras tanto, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos aseguró en su última evaluación que los rebeldes islamistas del HTS está ya en la localidad de Artuz, a diez kilómetros de la capital, Damasco.
El líder de los militantes sirios que actualmente controlan el país ha reiterado la determinación de su grupo de derrocar al presidente Bashar Assad, mientras los grupos de oposición siguen ganando terreno en la prolongada guerra civil del país.
En una entrevista exclusiva con CNN en un lugar no revelado dentro de Siria, Abu Mohammad Al-Jolani describió su visión de una Siria post-Assad, enfatizando la creación de un gobierno basado en instituciones y un “consejo elegido por el pueblo”.
Al-Jolani es el líder de Hayat Tahrir Al-Sham (HTS), un grupo que surgió de una antigua filial de Al-Qaeda.
En declaraciones a la CNN, aseguró que "cuando hablamos de objetivos, el objetivo de la revolución sigue siendo el derrocamiento de este régimen. Es nuestro derecho utilizar todos los medios disponibles para lograr ese objetivo”.
Al-Jolani afirmó que la caída del régimen de Assad sería inevitable, a pesar de años de apoyo de aliados como Irán y Rusia.
“Las personas que temen al Gobierno islámico han visto implementaciones incorrectas del mismo o no lo entienden adecuadamente”, subrayó.
Prometió que las minorías como los cristianos podrían vivir con seguridad bajo el Gobierno de una nueva coalición y agregó: "Nadie tiene derecho a eliminar a otro grupo. Estas sectas han coexistido en esta región durante cientos de años y nadie tiene derecho a eliminarlas".
Los grupos de derechos humanos han criticado a HTS por su trato a los disidentes políticos en zonas como Idlib, citando denuncias de tortura y duras represiones a las protestas, pero Al-Jolani negó cualquier abuso sistemático y dijo que si tales incidentes ocurrieron, "no se hicieron bajo nuestras órdenes o direcciones" y que HTS había obligado a los responsables a rendir cuentas.
Al-Jolani también abordó la persistente designación de HTS como organización terrorista por parte de países y organizaciones de Occidente, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la ONU, describiéndola como “principalmente política y, al mismo tiempo, inexacta”.
Afirmó que su grupo había roto vínculos con facciones islamistas extremistas y rechazado sus tácticas brutales. “Nunca estuve personalmente involucrado en ataques contra civiles”, reveló a la CNN.
El gobierno de Assad, reforzado por las milicias apoyadas por Irán, Hezboláh y el apoyo aéreo ruso, ha mantenido un férreo control sobre Siria desde que comenzó el levantamiento en 2011. Sin embargo, Al-Jolani dijo que considera que la retirada de las fuerzas extranjeras es clave para la estabilidad futura de Siria.
Al reflexionar sobre las más de cinco décadas de poder de la familia Assad, Al-Jolani pidió una revisión completa del Gobierno en Siria.