miércoles. 24.04.2024

Las crecientes tensiones en Yemen, por los últimos ataques dejaron este domingo en el aire la celebración de la nueva ronda de consultas de paz que trata de promover la ONU en Jordania. El Ministerio de Exteriores jordano anunció que todavía está "estudiando" la petición de la ONU para celebrar la reunión entre el Ejecutivo yemení y los rebeldes hutíes, que se preveía que podría dar comienzo esta misma semana y ahora es incierta.

El Gobierno jordano prometió enviar una respuesta a la ONU "lo antes posible" acerca de la ronda de consultas, que serviría para dar continuidad a la celebrada en Suecia a comienzos de diciembre, en la que se negoció un alto el fuego en la ciudad estratégica de Al Hodeidah y un intercambio de miles de prisioneros.

A los crecientes desacuerdos entre los rebeldes y el Gobierno, se sumaron duras críticas vertidas por parte de los hutíes hacia el jefe de la misión de observadores de la ONU para el alto el fuego, el holandés Patrick Cammaert. El portavoz del grupo rebelde, Mohamed Abdelsalam, responsabilizó a Cammaert por el estancamiento de la situación en Al Hodeidah, donde se continúa violando el acuerdo de alto el fuego, que entró en vigor el pasado 18 de diciembre, y donde no se han registrado avances en la retirada de las tropas acordada en Suecia. "Parece que la misión supera las capacidades del presidente de coordinación de la ONU", dijo Abdelsalam en un comunicado difundido por la televisión Al Masira, portavoz de los hutíes.

El portavoz de los insurgentes acusó a Cammaert de "salirse del trayecto del acuerdo" y "ejecutar otra agenda" de la que fue negociada en Suecia. Si el enviado de la ONU para el Yemen, Martin Griffiths, "no remedia la cuestión", continuó el insurgente, "será difícil abordar cualquier otro asunto".

El proceso de construcción de confianza entre el Gobierno y los rebeldes sufrió un duro revés tras el ataque del pasado jueves perpetrado por los hutíes con un dron cargado de explosivos contra la cúpula militar del Ejército yemení en una base militar en el sur del país.

En el ataque, que tuvo lugar en la base de Al Anad, cerca de Adén, resultaron heridos varios altos mandos del Ejército leal al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.

El jefe de la Inteligencia Militar del Ejército yemení, general de brigada Mohamed Salih Tamah, falleció este domingo por las heridas que recibió en ese ataque, según confirmó el Gobierno yemení.

Desde el ataque del jueves, se han multiplicado las voces entre las autoridades de Adén que consideran ese acto como una muestra de que los hutíes no tienen intención real de solucionar el conflicto en la mesa de negociaciones.

El ministro de Información yemení, Muamar al Eryani, afirmó este domingo en Twitter que Irán, país aliado de los hutíes, solo está interesado en "alimentar el conflicto" en Yemen. El ministro hizo ese comentario al anunciar que el Ejército yemení frustró ayer un nuevo intento de ataque con un dron lanzado por los rebeldes.

Ese supuesto ataque, que no ha sido confirmado por los hutíes, tendría como blanco los miembros designados por el Gobierno para integrar el comité de supervisión del alto el fuego en Al Hodeidah, que está liderado por la ONU.

La agencia oficial yemení SABA informó de que dos altos mandos militares heridos el pasado jueves dijeron el domingo que el ataque hutí "confirma" que la guerra es "inevitable hasta que la patria esté limpia de esos grupos".

Esas declaraciones fueron atribuidas por SABA al gobernador de la provincia de Lahach, el general de brigada Ahmed al Turki, y el comandante de la Academia Militar, el general de brigada Abdulkareem al Zawmahi, dos de los heridos por el dron hutí, que se encuentran hospitalizados en la capital saudí.

Las tensiones en Yemen dejan en el aire la nueva ronda de consultas de paz
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