miércoles. 24.04.2024

Área de Servicio en la autopista situada a la altura de Zanjan. (Celia HK) Área de Servicio en la autopista situada a la altura de Zanjan. (Celia HK)

(Texto: Rafael P.Unquiles en abcdesevilla.es; fotos: Celia HK) Si a un andaluz se le pregunta qué imagen tiene de Irán es probable que conteste a base de arquetipos relacionados con el ayatolah, con armas nucleares o con la quema de banderas estadounidenses. Es lo que trasciende a través de los medios de comunicación, que dibujan una sociedad iraní peligrosa y en permanente lucha contra el infiel.

Sin embargo, la realidad que se percibe nada más cruzar la frontera turco-iraní es bien diferente. Por lo pronto, se ven personas normales –con una cabeza, dos manos y dos piernas- que andan metidas en sus temas, que van a comer con sus parejas y familia y que viven inmersas en sus líos diarios. Lo habitual.

Si algo positivo se puede subrayar de los iraníes –también presentan un lado negativo que saldrá a relucir en otro capítulo- es que son profundamente amables con el forastero. A veces incluso en exceso. Los integrantes de la expedición Huelva-Dubái lo han podido comprobar en su cuarta etapa, que ha transcurrido entre la ciudad iraní de Maku, situada en el norte del país junto a la frontera turca, y Teherán, la capital. En total, 1.000 kilómetros.

Eternas colas en las gasolineras de Irán, (Celia HK) Eternas colas en las gasolineras de Irán, (Celia HK)

Al pisar suelo iraní también saltan a la vista otras circunstancias: que sienten pasión por los dólares estadounidenses, que disfrutan saboreando una Coca Cola y que cada vez son más los que se unen al club de fans de la comida rápida. Cierto que de cuando en cuando queman alguna enseña con las barras y las estrellas, pero en su día a día abrazan sin pudor los grandes símbolos americanos.

Otro ejemplo que certifica esta tendencia es que el Chevrolet en el que viaja la expedición genera gran expectación allí por donde circula. Es decir, que lo que en Andalucía es un coche del montón, en Irán se transforma en objeto de veneración por el simple hecho de ser americano. Ahí queda eso: dólares, Coca Cola, hamburguesas y Chevrolets. El sueño iraní.

La otra cara de la moneda está en los precios que ofrece esta república islámica y que, para sorpresa de unos andaluces a los que llenar el depósito del coche les vale un riñón, se han sucedido durante el recorrido. En algunos casos son tan bajos que resulta complicado asumirlos: comprar 50 litros de gasoil supone unos cuatro euros al cambio. Y la gasolina es todavía más barata. Para hacerse una idea más o menos exacta sobre el tema hay que saber que 50 litros cuestan unos 160.000 riales. Y que por un euro, aplicando un cambio razonable, se pueden recibir unos 40.000 riales. Es decir que recorrer los 2.000 kilómetros del territorio de Irán de norte a sur requiere tan sólo el desembolso de unos 12 euros. Y en Andalucía con 12 euros de combustible no tienes ni para poner el contacto del vehículo. Eso sí, en Irán hay que hacer colas kilométricas para repostar. Demasiado coche para tan pocas gasolineras.

Aspecto de la ciudad de Maku, situada en el norte de Irán junto a la frontera con Turquía. (Celia HK) Aspecto de la ciudad de Maku, situada en el norte de Irán junto a la frontera con Turquía. (Celia HK)

Más datos: un descafeinado de sobre, un te, dos bolsas de patatas y una lata de Fanta de naranja se pueden comprar por 40.000 riales. O lo que es lo mismo, por un euro. Además, te regalan un refresco autóctono y de camino hacen patria. Todo ello ha sucedido en el área de servicio de la autopista a la altura de Zanjan, ciudad situada al norte de Teherán.

Tampoco se puede ignorar la situación de las autopistas, pero no por su estado, que en unos casos es excelente y en otros un puro bache, sino porque se encuentran iluminadas en todo su recorrido. Y lo increíble es que las farolas alumbran de la primera a la última, un verdadero milagro si se toma como referencia, por ejemplo, el puente sobre el Odiel en Huelva, donde de cada diez farolas funciona una. La Junta tendría que pedir asesoramiento a la República Islámica de Irán para ver cómo se arregla el tema. Nada como ver mundo para ampliar horizontes hasta en cuestiones de mantenimiento.

La expedición Huelva-Dubái ya ha superado los 6.700 kilómetros. Sólo restan dos etapas para alcanzar la meta: la primera, desde Teherán al puerto de Bandaar Abas; y la segunda, desde Bandaar Abas a Dubái, que será en barco y atravesará el Golfo Pérsico por el Estrecho de Ormuz. Las sorpresas y los choques de civilizaciones aún no han finalizado. Al contrario, van a más y en ganan en tensión.

-------------------------

Escrito por Rafael P. Unquiles en Teherán, capital de Irán, en la madrugada del 5 de julio de 2013.

Dólares, Coca Cola y hamburguesas: el sueño iraní
Comentarios