jueves. 28.03.2024

"Hola, oye, soy Javier Espinosa. Apunta este número de teléfono y llámame ya mismo. Estamos bien. Los dos. Ricardo y yo. Avisad a Mónica y a nuestros padres". Eran las 21.20 horas de la noche. Carmen estaba de guardia en secretaría y recibió esta inquietante llamada. "Habló tranquilo, como si acabara de enviar una crónica", contaba. El periodista de EL MUNDO Javier Espinosa y el fotógrafo Ricardo García Vilanova fueron liberados y entregados a militares turcos. Este domingo llegan a Madrid, según informa la periodista Ana Alonso para Elmundo.es .

"Creía que podría ser Javier. Dijo lo que siempre suele decir cuando llama al periódico", relataba incrédula Carmen por lo que acababa de escuchar. La llamada que llevábamos meses esperando. Su pareja mostraba en las redes sociales su inmensa felicidad nada más conocer la noticia.

Después de 194 días secuestrados en Siria, Javier Espinosa, corresponsal de EL MUNDO en Oriente Próximo, y el fotógrafo 'freelance' Ricardo García Vilanova al fin estaban a salvo. El reportero de guerra llamaba desde territorio turco. Espinosa y García Vilanova fueron entregados a militares turcos, que posteriormente se pusieron en contacto con las autoridades españolas.

Espinosa, en su corta comunicación con este periódico, pudo confirmar que se encontraban los dos bien y pidió que avisara a sus familias. Los dos habían sido capturados el pasado 16 de septiembre en el checkpoint de Tal Abyad, en la provincia de Raqqa, por el Estado Islámico de Irak y de Siria (ISIS) cuando trataban de abandonar Siria tras dos semanas cubriendo el conflicto.

La noticia del secuestro no se hizo pública hasta el 10 de diciembre por expreso deseo de la familia de Javier Espinosa y de Ricardo García Vilanova. El 4 de octubre también había sido capturado en Siria el reportero de El Periódico de Cataluña, Marc Marginedas. Dos días antes de cumplirse los seis meses de secuestro, Marginedas pudo recuperar la libertad.

"¡Javier, es Javier. Ha llamado Javier Espinosa!" comenzó a gritar Carmen, aún incrédula, que buscaba a alguien con quien compartir la noticia. Al escuchar el nombre de Javier en la redacción de EL MUNDO el bullicio de la hora del cierre se convirtió en un silencio tenso hasta que Carmen con naturalidad explicó que había hablado con Javier, que le había dado un número al que tenía que llamar.

En la segunda comunicación Javier hablaba sereno, como si estuviera comprobando el envío de uno de sus reportajes desde el terreno, y confirmó de nuevo que se encontraba bien y que Ricardo estaba con él. Los pocos que escucharon esta nueva conversación comprobaron que era la voz de Javier y en ese momento se vieron abrazos, lágrimas y muestras de alegría aún contenida. Agustín Pery, director adjunto de EL MUNDO, pone en marcha el operativo con el director, Casimiro García-Abadillo.

Mónica García Prieto aguardaba esta llamada desde hace más de seis meses y no se sorprendió cuando le dijeron que Javier sonaba como si nada hubiera pasado. «No memoriza los números y el único que se sabe es el de la secretaría de EL MUNDO. Es el que marca con más frecuencia», señalaba con una voz que comenzaba a recuperar la musicalidad y alegría.

Desde la redacción del periódico se informó a los padres de Javier y de Ricardo, que apenas pudieron decir palabra de la emoción. Las familias de los dos periodistas han estado arropadas durante estos meses por las muestras constantes de solidaridad de colegas de la profesión, amigos, parientes, y numerosos medios extranjeros que se han interesado por ellos. Recientemente se creó un Comité de Apoyo a los secuestrados para que su recuerdo estuviera presente, en el que participaba el portavoz de las familias, Gervasio Sánchez, y representantes de la FAPE, Reporteros sin Fronteras, El Periódico de Cataluña y de EL MUNDO.

En Siria, Javier Espinosa vivió, antes del secuestro, uno de los momentos más complicados de su dilatada carrera cuando un proyectil acabó con la vida de la veterana periodista Marie Colvin, y de Remi Ochlik, fotógrafo francés, justo en la habitación junto a la suya en Homs. Un muro salvó su vida entonces. Espinosa logró entonces escapar de Homs en una larga carrera nocturna bajo intensos tiroteos. Cuando logró ponerse a salvo en el Líbano, en lugar de narrar sus peripecias, recordó la tragedia que vive el pueblo sirio. Espinosa ha reconocido numerosos premios, entre otros el Rey de España, Ortega y Gasset, Cirilo Rodríguez, Manu Leguineche y hasta tres veces el Bayeux-Calvados.

Su compañero de fatigas estos 194 días en Siria, Ricardo García Vilanova, también tiene amplia experiencia sobre el terreno. Especializado en zonas de conflicto, sus imágenes hablan de la tragedia de las víctimas de las guerras. Ha trabajado para Al Yazira, Channel 4, Euronews, France 24, o las agencias Reuters o France Presse. También ha colaborado con Naciones Unidas, Médicos sin Fronteras en Siria con el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Un periodista dijo que para que volvieran los tres periodistas españoles sanos y salvos necesitábamos no uno, sino tres premios de lotería. Hay quien cree en la suerte y otros en los milagros.

Los periodistas Javier Espinosa y Ricardo García, liberados en Siria tras seis meses de...
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