sábado. 20.04.2024

(Emirates 24/7. Foto: AP) Los rebeldes pro-Moscú han apilado cerca de 200 cadáveres del avión derribado de Malasia, en cuatro furgones refrigerados de tren (en la foto) este domingo en Torez, al este de Ucrania, las grúas trasladaron grandes trozos del Boeing 777 derribado, provocando la condena de los líderes occidentales ya que los rebeldes están manipulando el lugar del siniestro.

Los Estados Unidos, por su parte, presentó lo que calificó como evidencia "de gran alcance" de que los rebeldes derribaron el avión con un misil ruso-tierra-aire. Aunque otros gobiernos han dejado a acusar a Rusia de causar el accidente, el gobierno de Obama señala a Moscú por el derribo del avión de Malaysia Airlines Vuelo 17 en el que murieron las 298 personas a bordo.

"Rusia está apoyando a estos separatistas. Rusia está armando a estos separatistas. Rusia está entrenando a estos separatistas", manifestó el secretario de Estado John Kerry en la CNN quien además expresó su indignación por el comportamiento "grotesco" de los rebeldes en la escena del accidente.

El secretario de Estado norteamericano también afirmó que 'separatistas borrachos están acumulando los cuerpos en la parte trasera de los trenes, eliminando pruebas', aseguró a "This Week" de la cadena ABC, 'el viernes, tuvimos 75 minutos de acceso al sitio, el sábado, a tres horas de acceso. Esto es un insulto a todo el mundo' concluyó Kerry.

Los líderes de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Australia hablaron con el presidente ruso Vladimir Putin por teléfono la noche del domingo, instándole a utilizar su influencia sobre los separatistas para garantizar a las víctimas su repatriación y permitir el acceso a los investigadores internacionales para reunir pruebas.

Los ministros de Asuntos Exteriores europeos se reunirán en Bruselas el martes para considerar nuevas sanciones contra Rusia.

Más de tres días después de que el avión se estrelló, investigadores internacionales seguían teniendo un acceso limitado a los campos donde cayó el avión.

Los diplomáticos del Consejo de Seguridad de la ONU tuitearon el domingo que el consejo votará en la tarde de este lunes un proyecto de resolución copatrocinado por Australia, Francia y Lituania, que exigiría el pleno acceso al lugar del accidente y una investigación independiente.

"Los investigadores deben tener acceso total e inmediato a los restos del MH17 en el lugar del accidente, y los cuerpos de las víctimas han de ser tratados con dignidad", anunció el embajador británico Mark Lyall Grant.

El primer ministro británico, David Cameron, en un artículo de opinión en el Sunday Times, comunicó que "el creciente peso de la evidencia" sugiere que los rebeldes derribaron el avión, y si esto es así, "este es un resultado directo de Rusia para desestabilizar un Estado soberano, violando su integridad territorial, apoyando a las milicias, entrenándolas y proporcionándoles armas".

El primer ministro australiano, Tony Abbott, cuyo país perdió 28 ciudadanos en la tragedia, pidió a Putin durante una conversación telefónica que garantizase una investigación internacional sobre el desastre.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país perdió 192 ciudadanos en el avión, dijo en una conferencia de prensa que la repatriación de los cuerpos era su primera prioridad y agregó que un avión militar holandés estaba siendo enviado a Kharkiv para establecer un centro de coordinación.

Michael Bociurkiw, portavoz de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa manifestó que los investigadores del grupo en Ucrania sugieren que algunos cuerpos del avión siniestrado fueron incinerados sin dejar rastro.

El líder rebelde Alexander Borodai negó que los rebeldes estuvieran tratando de manipular la evidencia, diciendo que los cuerpos serían entregados a un equipo de expertos de Malasia.

Un grupo de investigadores malasios estaba en Kiev, pero dijeron que no entrarían en las zonas controladas por los rebeldes hasta que consiguieran las mejores garantías acerca de la seguridad. El gobierno de Ucrania, que se encarga de la investigación, también ha pedido ayuda a la Organización de Aviación Civil Internacional - un organismo de la ONU - y a Eurocontrol, la organización europea de la seguridad del tráfico aéreo.

"Los cuerpos no se van a llevar a ninguna parte hasta que los expertos estén aquí", informó Borodai en la ciudad controlada por los rebeldes de Donetsk.

Lyubov Kudryavets, un trabajador de la morgue de Torez, informó que la noche que cayó el avión, un residente había traído el cuerpo ensangrentado de un niño, de unos 7 u 8 años de edad. El sábado los milicianos se llevaron el cuerpo.

En el frente diplomático, los líderes occidentales intensificaron la presión sobre Putin. Los líderes de Francia, Alemania y Gran Bretaña emitieron una declaración conjunta exigiendo que se fuerce a los separatistas para permitir trabajar a los equipos de rescate y los investigadores tengan acceso libre y total a la zona.

En los Países Bajos, los fieles en los servicios religiosos oraron por las víctimas, y la ira de los ciudadanos iba en aumento por  la obstaculización de la investigación por parte de los rebeldes.

Silene Fredriksz-Hoogzand, cuyo hijo, Bryce, y su novia, Daisy Oehlers, estaban entre los fallecidos, pidió que sus cuerpos le fuesen entregados.

"El señor Putin tiene que enviar a mis hijos a casa", solicitó la mujer entre llantos a Sky TV desde el aeropuerto Schiphol de Amsterdam. "Traigalos a casa. Por favor".

Los cuerpos de los fallecidos en el MH17 amontonados en un tren
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