Los trabajadores extranjeros en Qatar se mantienen en una "situación de apartheid", de acuerdo con una nueva investigación sobre las condiciones de trabajo en el país, donde son "tratados como animales" y obligados a vivir en la miseria.
El informe, elaborado por la Confederación Sindical Internacional (CSI), es el más condenatorio y con mayor número de acusaciones al país anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2022, y describe al estado del Golfo como un "país sin conciencia".
Entre los abusos denunciados por el estudio de la CSI en el país rico en petróleo y gas está el hecho de que hasta 38 trabajadores extranjeros en Al Wakrah Stadium de Qatar se ven obligados a compartir una única habitación sórdida. También afirmó que los empresarios pedían 275 dólares a los trabajadores que deben abonar antes de que se les permita salir para las vacaciones, mientras que más de 2.500 empleadas domésticas indonesias estaban huyendo anualmente de sus patrocinadores por sus prácticas abusivas.
El informe de la CSI contó con numerosos testimonios anónimos de la comunidad de Qatar que cuenta con 1,4 millones de trabajadores extranjeros procedentes de países como India, Bangladesh, Nepal y Filipinas.
La investigación hace una llamada para presionar a las autoridades de Qatar de poner fin al sistema de patrocinio kafala del país, lo que impide a los trabajadores empleados realizar ningún tipo de movimiento sin el permiso de sus empleadores.
"Los pobres emigrantes que viven en la miseria, se ven obligados a largas jornadas laborales con un calor increíble durante seis días a la semana. La situación es tal que están muriendo en número sin precedentes", destaca el informe.
También alegó que las mujeres y los niños del país sin patrocinadores son a menudo víctimas de abusos, incluida la violación, mientras que animó a denunciar a las embajadas extranjeras que actualmente guardan silencio por temor a represalias de las autoridades o interrumpir el flujo de trabajadores.
Qatar se enfrenta a un mayor escrutinio y la crítica de los derechos de los trabajadores emigrantes en el período previo a la Copa del Mundo de 2022, donde se espera que gaste hasta 140 mil millones de dólares en nueva infraestructura, incluyendo una estación de metro, el puerto y el aeropuerto.
Más de 450 indios que trabajaban en Qatar han muerto en los últimos dos años, según cifras del gobierno de la India obtenidas por la agencia de noticias AFP.
Según la embajada de la India en Qatar, 237 trabajadores murieron en 2012 y 218 en 2013 hasta el 5 de diciembre, a una tasa de 20 muertes cada mes.
Los datos revelados a la agencia de noticias AFP por la Embajada de Nepal en Doha, arroja datos similares: 191 muertes registradas en 2013, muchos de ellos por insuficiencia cardiaca "no natural", en comparación con los 169 del año anterior.
La CSI ha estimado que alrededor de 4.000 trabajadores morirán en las obras de construcción para la Copa del Mundo de fútbol antes de su inauguración en 2022 si la actual tasa de mortalidad continúa.
El Fondo Monetario Internacional ha advertido que el país se podría enfrentar a mayores costos por los trabajos como resultado de la publicidad negativa sobre las muertes de los trabajadores emigrantes en la construcción de infraestructuras.
La FIFA también ha demandado al estado del Golfo a explicar cómo se están mejorando las condiciones de bienestar y de vida para los trabajadores en los proyectos de la Copa del Mundo. Estas mejoras se van a discutir durante una reunión del Comité Ejecutivo los días 20 y 21 de marzo.
En un informe presentado al Parlamento Europeo a principios de este año, el comité organizador de la Copa Mundial de Qatar prometió que los contratistas que construyen sus estadios proporcionarán un alto nivel de bienestar a sus trabajadores emigrantes, estas normas no se ampliaron a todos los trabajadores de la construcción del país.
Qatar también ha elaborado nuevos documentos Estándares de Bienestar de los trabajadores en respuesta a la protesta sobre el trato a los empleados en las obras de las instalaciones de la Copa del Mundo, estas mejoras incluirían un mayor escrutinio en los pagos de los trabajadores, las especificaciones exactas del alojamiento, así como más inspectores de trabajo para apoyar las nuevas normas de bienestar y todo ello supervisado por un Comité Supremo.
El documento fue duramente criticado por grupos de derechos humanos. "La realidad es que todos los trabajadores extranjeros en el país están todavía sujetos al sistema de patrocinio restrictivo que facilita el abuso", informó James Lynch, investigador de los derechos de los trabajadores emigrantes en el Golfo de Amnistía Internacional.
