Absuelven en Dubai a un expatriado en caso de falsificación de título universitario

Una imagen de los Tribunales de Dubai (EL CORREO).
El autraliano fue contratado en junio de 2017 como gerente de recursos humanos con un salario mensual estimado de 40.000 dirhams

Un australiano de 47 años ha sido absuelto por el Tribunal de Delitos Menores de Dubai tras ser acusado de utilizar un título universitario falso para conseguir un puesto de alto nivel en un hospital de Dubai y de recibir importantes pagos salariales en circunstancias supuestamente fraudulentas.

El hombre, que fue contratado en junio de 2017 como gerente de recursos humanos con un salario mensual estimado de 40.000 dirhams, fue acusado de presentar un certificado de maestría falso, supuestamente de una prestigiosa universidad estadounidense, durante el proceso de contratación.

La supuesta falsificación salió a la luz en noviembre del mismo año, cuando los funcionarios del hospital, durante un proceso de verificación rutinaria, señalaron que el título era sospechoso después de ponerse en contacto con la institución que lo había expedido. Esta revelación condujo al despido del australiano, a una investigación interna y a la presentación de cargos formales en su contra.

Los fiscales afirmaron que el "título falsificado" era un intento deliberado de engañar al hospital y conseguir el puesto de alto rango. Según los registros judiciales, el documento se presentó como prueba de sus altas cualificaciones académicas, que eran un requisito para el puesto.

Sin embargo, la defensa del ciudadano australiano, encabezada por Hasan Elhais, consultor jurídico de Awatif Mohammad Shoqi Advocates en Dubai, sostuvo que su cliente actuó de buena fe. “Nuestro cliente no sabía de ninguna irregularidad en el certificado de grado. No había ninguna prueba directa que vinculara a nuestro cliente con ningún acto de falsificación. La fiscalía no ha demostrado ninguna intención o implicación por parte de nuestro cliente al presentar deliberadamente un documento falsificado”, explicó.

El tribunal finalmente falló a favor del acusado, al señalar que la fiscalía no había aportado pruebas concluyentes para demostrar los cargos de falsificación más allá de toda duda razonable. El veredicto destacó la falta de intención y subrayó que otros documentos, incluido el historial laboral del hombre, no respaldaban las acusaciones de fraude deliberado o mala praxis.

Al no haberse presentado recurso alguno dentro del plazo señalado, la sentencia absolutoria es ahora definitiva.