6 de mayo de 2025, 7:44
El Tribunal Penal de Dubai dictó la semana pasada una sentencia contra un ciudadano africano, condenándolo a diez años de prisión, seguidos de su deportación, y a una multa de 100.000 dirhams. Esta decisión se tomó después de que el acusado fuera sorprendido in fraganti en posesión de aproximadamente 80 gramos de marihuana y otros narcóticos, adquiridos a un traficante desconocido mediante criptomonedas.
El caso comenzó en diciembre de 2024, cuando la policía recibió un aviso sobre el consumo de narcóticos en la zona de Al Khawaneej. En respuesta, se formó un equipo de detectives que, tras obtener la autorización de la Fiscalía Pública de Dubai, realizó un seguimiento exhaustivo del sospechoso, que culminó en su arresto.
Durante el interrogatorio, un agente policial declaró que el detenido se encontraba en un estado anómalo, aunque no presentaba signos de estar bajo la influencia de alcohol. Esto llevó a la necesidad de realizar una búsqueda preventiva, resultando en la incautación de rollos que contenían sustancias sospechosas. Estos materiales, junto con una muestra de orina del acusado, fueron enviados al laboratorio forense de la Policía de Dubai.
Los análisis confirmaron que los estupefacientes consistían en un material vegetal seco con marihuana, así como la presencia de ácido tetrahidrocannabinólico en la muestra de orina, evidenciando el consumo de hachís o marihuana por parte del acusado. Durante el interrogatorio, admitió la posesión y uso indebido de los narcóticos, alegando haberlos comprado de forma personal a un comerciante anónimo mediante monedas digitales.
Esta sentencia subraya la rigurosidad de la legislación de Dubai en materia de narcóticos, así como el creciente uso de criptomonedas en actividades ilícitas.
El caso comenzó en diciembre de 2024, cuando la policía recibió un aviso sobre el consumo de narcóticos en la zona de Al Khawaneej. En respuesta, se formó un equipo de detectives que, tras obtener la autorización de la Fiscalía Pública de Dubai, realizó un seguimiento exhaustivo del sospechoso, que culminó en su arresto.
Durante el interrogatorio, un agente policial declaró que el detenido se encontraba en un estado anómalo, aunque no presentaba signos de estar bajo la influencia de alcohol. Esto llevó a la necesidad de realizar una búsqueda preventiva, resultando en la incautación de rollos que contenían sustancias sospechosas. Estos materiales, junto con una muestra de orina del acusado, fueron enviados al laboratorio forense de la Policía de Dubai.
Los análisis confirmaron que los estupefacientes consistían en un material vegetal seco con marihuana, así como la presencia de ácido tetrahidrocannabinólico en la muestra de orina, evidenciando el consumo de hachís o marihuana por parte del acusado. Durante el interrogatorio, admitió la posesión y uso indebido de los narcóticos, alegando haberlos comprado de forma personal a un comerciante anónimo mediante monedas digitales.
Esta sentencia subraya la rigurosidad de la legislación de Dubai en materia de narcóticos, así como el creciente uso de criptomonedas en actividades ilícitas.