19 de febrero de 2025, 9:00
El Tribunal Penal de Dubai ha condenado a dos ciudadanos asiáticos a cadena perpetua por su implicación en un caso de tráfico de drogas. La sentencia incluye la deportación de los condenados tras el cumplimiento de su pena y una multa de 500.000 dirhams a cada uno, así como la confiscación de los artículos incautados durante la operación.
El incidente se remonta a febrero de 2024, cuando el Departamento General de Antinarcóticos recibió información confiable sobre la vivienda de los sospechosos en el área de Hor Al Anz, donde supuestamente poseían hachís para vender a consumidores de drogas. Un agente de policía afirmó que, después de verificar la información, se emitió una orden de captura por parte del Ministerio Público.
Un equipo de la Dirección General de Lucha contra el Narcotráfico vigiló a los sospechosos y logró su detención. Al registrar al primer individuo, se encontraron tres envoltorios con 62 gramos de una sustancia oscura. El segundo sospechoso también tenía en su poder otra cantidad de droga, y ambos admitieron tener escondidos ocho envoltorios adicionales en la misma zona.
Durante el registro de sus domicilios, la policía encontró más de 550 gramos de diversas sustancias narcóticas, así como herramientas para dividir y pesar las drogas. Según las declaraciones de los acusados, utilizaban plataformas de redes sociales para promocionar las sustancias, recibiendo los pagos a través de transferencias bancarias. Aunque durante el juicio negaron los cargos, el tribunal determinó su culpabilidad basándose en las pruebas presentadas.
Además de la pena de prisión, se les impuso una restricción que les prohíbe, durante dos años después de cumplir su condena, realizar transferencias o depósitos a terceros, salvo autorización del Banco Central de EAU en coordinación con el Ministerio del Interior.
El incidente se remonta a febrero de 2024, cuando el Departamento General de Antinarcóticos recibió información confiable sobre la vivienda de los sospechosos en el área de Hor Al Anz, donde supuestamente poseían hachís para vender a consumidores de drogas. Un agente de policía afirmó que, después de verificar la información, se emitió una orden de captura por parte del Ministerio Público.
Un equipo de la Dirección General de Lucha contra el Narcotráfico vigiló a los sospechosos y logró su detención. Al registrar al primer individuo, se encontraron tres envoltorios con 62 gramos de una sustancia oscura. El segundo sospechoso también tenía en su poder otra cantidad de droga, y ambos admitieron tener escondidos ocho envoltorios adicionales en la misma zona.
Durante el registro de sus domicilios, la policía encontró más de 550 gramos de diversas sustancias narcóticas, así como herramientas para dividir y pesar las drogas. Según las declaraciones de los acusados, utilizaban plataformas de redes sociales para promocionar las sustancias, recibiendo los pagos a través de transferencias bancarias. Aunque durante el juicio negaron los cargos, el tribunal determinó su culpabilidad basándose en las pruebas presentadas.
Además de la pena de prisión, se les impuso una restricción que les prohíbe, durante dos años después de cumplir su condena, realizar transferencias o depósitos a terceros, salvo autorización del Banco Central de EAU en coordinación con el Ministerio del Interior.