Impulsado por el entusiasmo de su padre por los automóviles únicos desde la década de 1970, Ibrahim Al Shamsi ha cultivado una profunda pasión por los coches que se remonta a su infancia. "Recuerdo la emoción que sentía cuando mis amigos venían a ver los vehículos únicos de mi padre", expresó Al Shamsi, quien ahora cuenta con una impresionante colección de más de 60 autos clásicos.
Desde su niñez, su amor por los automóviles se vio intensificado por su experiencia con el popular videojuego 'Gran Turismo'. Su colección destaca principalmente por vehículos japoneses y europeos, aunque también incluye algunas joyas americanas. Al preguntarle sobre el valor total de su colección, el emiratí prefirió no revelar cifras, manteniendo el misterio que rodea a estas piezas únicas.
Entre los tesoros de Al Shamsi, sobresale un Chevrolet Deluxe de 1937, obsequio de un amigo en Japón. Su colección alberga notables generaciones de automóviles, como un Rolls-Royce Phantom y un Continental Turbo R, todos con una variedad de colores y diseños.
Según comentó al diario Khaleej Times, para mantener viva su pasión, Al Shamsi ha forjado conexiones alrededor del mundo. Desde Japón hasta Brasil, ha establecido relaciones que le facilitan la búsqueda de vehículos y piezas raras. Sus frecuentes viajes, 29 de ellos solo a Japón, han ampliado su conocimiento del mercado automovilístico y le han permitido conocer a otros entusiastas. "Esta afición me ha permitido tratar a muchas personas maravillosas de diferentes países", resaltó Al Shamsi, y enfatizó que su amor por los coches va más allá de las máquinas, al centrarse en las relaciones personales.
Una anécdota memorable es su experiencia en Japón en 2011, donde, mientras negociaba la compra de un Nissan Skyline GT-R de 1971, un devastador terremoto interrumpió las comunicaciones. A pesar del caos, Al Shamsi logró completar la compra, y hoy el modelo se erige como un símbolo de resiliencia en su colección.
La dedicación de Al Shamsi a la restauración de automóviles clásicos no conoce límites. Él busca devolver cada vehículo a su estado original, empleando tanto piezas descatalogadas como tecnología moderna. "Se trata de revivir una parte de la historia y hacer que vuelva a sentirse viva", aseguró.
De cara al futuro, Al Shamsi está trabajando para fomentar la comunidad automovilística a través de iniciativas como el RAK Cars Café, donde prevé reuniones semanales para coleccionistas. "Se trata de fomentar una comunidad en la que las personas aprendan unas de otras y mantengan viva la pasión", explicó.
La alegría de Al Shamsi por los coches clásicos radica en su uso, no solo en su conservación. Con frecuencia, "saca a pasear" sus coches, invitando a su hijo pequeño a compartir estos momentos. "Quiero inculcarle el mismo respeto y aprecio que siento por estos vehículos", expresó.
En un contexto en el que Emiratos Árabes Unidos emerge como un centro de cultura automotriz, Al Shamsi ve oportunidades significativas para la industria. Aspira a motivar a la próxima generación de entusiastas a aprovechar las oportunidades educativas y de inversión que los autos clásicos ofrecen. "Quiero que esta afición siga prosperando durante años", concluyó.