Empleada doméstica y su novio, condenados en Abu Dhabi por robar dinero y joyas
13 de septiembre de 2025 (12:24 h.)
Al revisar las grabaciones de vigilancia, la empleadora y su hermana detectaron las intentonas de la pareja
El Tribunal Penal de Al Ain, en el emirato de Abu Dhabi, ha dictado una sentencia de tres meses de prisión, seguida de la deportación, para una empleada doméstica etíope de 25 años, identificada como MTA, y su novio de 30 años, ASA, tras ser hallados culpables de múltiples robos en la casa de su empleador.
Según los registros judiciales, ambos conspiraron para entrar en la villa y sustraer objetos de valor, entre ellos 5.000 dirhams en efectivo y joyas. Los robos ocurrieron en varias ocasiones, y se descubrió que el novio intentó acceder a la propiedad en cuatro ocasiones distintas.
El caso se inició el 25 de mayo de 2025, cuando la empleadora presentó una denuncia en la comisaría de Falaj Hazza después de que una empleada doméstica a tiempo parcial alertara sobre actividades sospechosas. Al revisar las grabaciones de vigilancia, la empleadora y su hermana detectaron las intentonas del novio de MTA.
Finalmente, la policía logró arrestar a la empleada, quien confesó haber sido presionada por su pareja para cometer los robos, con la intención de regresar a Etiopía y casarse. Su novio, aunque al principio negaba los cargos, admitió su culpabilidad tras ver las pruebas recabadas por los investigadores.
Según los registros judiciales, ambos conspiraron para entrar en la villa y sustraer objetos de valor, entre ellos 5.000 dirhams en efectivo y joyas. Los robos ocurrieron en varias ocasiones, y se descubrió que el novio intentó acceder a la propiedad en cuatro ocasiones distintas.
El caso se inició el 25 de mayo de 2025, cuando la empleadora presentó una denuncia en la comisaría de Falaj Hazza después de que una empleada doméstica a tiempo parcial alertara sobre actividades sospechosas. Al revisar las grabaciones de vigilancia, la empleadora y su hermana detectaron las intentonas del novio de MTA.
Finalmente, la policía logró arrestar a la empleada, quien confesó haber sido presionada por su pareja para cometer los robos, con la intención de regresar a Etiopía y casarse. Su novio, aunque al principio negaba los cargos, admitió su culpabilidad tras ver las pruebas recabadas por los investigadores.