jueves. 25.04.2024

En abril de 2016  J.L., de cuarenta y cinco años de edad, y natural de Colombia, fue encarcelado en Dubai por irrumpir de noche en una casa en Jumeirah y llevarse casi medio millón de dirhams en joyas. Durante su tiempo en prisión conoció a otro colombiano llamado Andrés y ambos trataron con el iraní Rahmat Asadi, de 40 años, jugador 'estrella del paintball' que viajaba por diversos países bajo esa fachada, pero en realidad era uno de los terroristas más peligrosos del mundo tras su entrenamiento con grupos terroristas como Hamas y Jihad en Palestina y Hezboláh en el Líbano.

Los dos colombianos fueron liberados y extraditados de Emiratos Árabes Unidos en marzo de este año y ahora están en la mira de las autoridades en Bogotá.

Según el diario El Tiempo, medio que tuvo acceso al dossier de la investigación y a la alerta roja de Interpol, “en la cárcel Asadi entrenó, orientó y designó tareas a ‘Jimmy’ y a ‘Andrés K’ para cuando estuvieran de regreso a Colombia”.

El presunto terrorista iraní recuperó su libertad en 2020 y mantuvo contacto con sus amigos colombianos, a quienes les habría pagado 100.000 dólares a través de plataformas digitales usando criptomonedas “para no dejar ningún registro o evidencia” de la tarea que tenían que realizar en Bogotá.

Sin embargo, todo cambió tras una alerta de seguridad que lanzó una agencia de inteligencia colombiana que coordinó la salida de Bogotá de dos familias judías que estaban en riesgo, por lo que el terrorista iraní empezó a presionar a los colombianos por los 20.000 dólares que había pagado por adelantado.

Según el agente que habló con el diario bogotano, ‘Jimmy’ y ‘Andrés K’ trataron de pasar inadvertidos en Bogotá, pero los pudieron identificar porque "se movilizaban en carros de alta gama, de fabricación alemana y japonesa, y porque tienen problemas de consumo de drogas y en algunas ocasiones se descuidaron y hablaron de más; prácticamente estafaron a uno de los terroristas más buscados en el mundo, con las implicaciones que eso puede acarrear".

De hecho, Asadi, según la investigación, trabaja bajo la sombra de la fuerza Quds, el grupo táctico de inteligencia y contrainteligencia que reúne los cuerpos élite de la Guardia Revolucionaria Islámica con sede en Irán.

Por el momento, las autoridades están trabajando en localizar a los dos colombianos, quienes se esfumaron tras las amenazas del terrorista iraní.

La historia de los colombianos que conocieron a un terrorista iraní en la cárcel de Dubai
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