jueves. 28.03.2024

Una joven que estuvo en coma de 40 días después de una tentativa de suicidio al ingerir 50 píldoras de Prazolam, fue multada y deportada de Emiratos Árabes Unidos.

La consultora jordana de 28 años, que sufre de trastornos de pánico y ansiedad como resultado de la depresión, según los informes, fue encontrada por su empleada inconsciente en el dormitorio de su apartamento en Dubai Marina.

Una vez que la empleada se dio cuenta de que la joven estaba pálida, no respondía y parecía haber vomitado antes de colapsar inconsciente en su cama, llamó instantáneamente a una ambulancia en diciembre de 2016.

Los paramédicos llevaron a la jordana al hospital, donde los médicos de urgencias le practicaron la resucitación cardiopulmonar tres veces para que pudiera volver a la vida y conectarla a un respirador artificial. Los agentes del orden no pudieron tomar su declaración porque se encontraba en coma.

Sin embargo, al inspeccionar el bolso de la mujer, se descubrió que llevaba píldoras y sustancias que afectan la mente que fueron confiscadas y el departamento antinarcóticos de la policía de Dubai fue informado sobre el incidente. Cuando despertó del coma de 40 días y recuperó la conciencia, la joven fue dada de alta del hospital.

El día en que intentaba salir de vacaciones, se le prohibió viajar y los funcionarios del aeropuerto le notificaron que tenía que visitar una comisaría de policía debido a un caso penal que se había presentado contra ella. Cuando acudió a la comisaría, se le confiscó el pasaporte y se le indicó que debía acudir a la Fiscalía.

Los fiscales la acusaron de poseer diferentes medicamentos narcóticos y sustancias prohibidas para su consumo personal e intentar suicidarse tomando pastillas de Prazolam. Cuando apareció en el Tribunal de Delitos Menores de Dubai, se declaró inocente y afirmó que tomó sus píldoras pero no tenía intención de suicidarse.

También proporcionó al tribunal informes médicos que confirman que padece depresión y trastornos mentales y que está bajo medicación.

El tribunal multó a la joven con 5.000 dirhams y ordenó su deportación. En su declaración ante los fiscales, la joven negó haber intentado suicidarse y declaró que tenía una prescripción de su médico en Jordania que le había recetado esas píldoras como tratamiento para su depresión y trastornos mentales.

La acusada le dijo a los fiscales que ella no había intentado suicidarse, la noche del incidente tomó sus medicinas y se durmió y se despertó para encontrarse en el hospital después de 40 días.

El informe del forense de la policía de Dubai confirmó que la cantidad de píldoras que la acusada había tragado indicaba que había intentado suicidarse.

El juicio primario se convirtió en definitivo y la acusada ya ha sido deportada.

Joven multada y deportada de Emiratos Árabes por intento de suicidio
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