Hace diez años, Emma Carey y Jemma Mrdak se enfrentaron a una experiencia aterradora que pondría a prueba no solo sus cuerpos, sino también sus espíritus. Las dos amigas se aventuraron a saltar en tándem desde un helicóptero a más de 4.200 metros de altura en los Alpes Suizos. Emma, impulsiva y decidida, fue quien organizó la emocionante excursión. Sin embargo, Jemma, aunque reticente, decidió acompañarla en esta arriesgada aventura.
El día del salto, la situación se tornó crítica cuando el paracaídas principal y el de emergencia fallaron, dejando a Emma y a su instructor a la deriva en el aire. En un escalofriante relato compartido hace poco por Emma, quien fue entrevistada por The Guardian, recordó los instantes previos a la caída: “Mis piernas no se movían. Mi alma se desplomó. El tiempo se congeló”. La caída resultó en fracturas severas y un daño en la médula espinal, lo que llevó a los médicos a pronosticar que podría no volver a caminar.
Sin embargo, la tenacidad de Emma la llevó a someterse a un intenso programa de fisioterapia, logrando recuperar parcialmente su movilidad. “Decidí que no iba a medir mi felicidad en si volvía a caminar o no. Mi vida tiene valor más allá de mi capacidad física”, expresó durante una charla TED en 2023.
Una década después del accidente, Emma y Jemma regresaron al lugar del fatídico salto, donde revivieron aquellos momentos de terror y reflexión. “El peor momento de mi vida ya pasó. Puedo manejar cualquier otra cosa”, concluyó Emma, quien ha transformado su experiencia en un testimonio de resiliencia y superación personal, plasmado en su libro 'The Girl Who Fell From the Sky'.
Emma es ahora un símbolo de esperanza y determinación, recordándonos que, incluso ante la adversidad, la vida puede seguir renaciendo.