viernes. 29.03.2024

La visita que el rey Salmán de Arabia Saudita está realizando a Tánger este verano ha movilizado a una comitiva de, al menos, 1.600 saudíes, que se alojan en 800 habitaciones de lujo en distintos hoteles de la ciudad.

Según informa EFE citando al sitio medias24.com, la delegación saudita ha cubierto un 14 por ciento de la capacidad de alojamiento de la ciudad durante las vacaciones reales, un asueto de seis semanas que comenzó el pasado 15 de julio. 

Los sauditas, que utilizan para desplazarse 450 limusinas de lujo alquiladas, se alojan en hoteles de cinco y cuatro estrellas, como el recién inaugurado Royal Tulip, donde han reservado la mitad del establecimiento. En ese hotel, cada uno de los huéspedes gasta una cantidad fija de 2.500 dirhams por noche (240 euros) y 1.000 (90 euros) de limusina con chófer cada día.

A los gastos en alojamiento y transporte de los saudíes hay que sumar los miles de euros diarios en restauración, compras, seguridad, servicios domésticos y ocio en general.

El rey Salman y su núcleo más cercano no se aloja en hoteles, sino en el exclusivo palacio que el monarca posee en la costa atlántica, no lejos del Cabo Espartel, las Cuevas de Hércules y el Hotel Le Mirage, conocido refugio de la jet-set europea. Es el tercer verano que pasa en la finca.

La residencia de verano saudí está rodeada de un muro perimetral de 1,5 kilómetros, custodiado por cientos de cámaras y decenas de policías de la gendarmería real. Tiene acceso directo y privado al Atlántico, consta de cinco helipuertos y cuenta con capacidad para acoger un centenar de coches, según describía recientemente la revista Tel Quel. Esa publicación aseguraba que el palacio de Salmán incluye la que durante varios años fue segunda residencia del expresidente del Gobierno español Felipe González.

Salman y su esposa Fahda se alojarán hasta mediados de agosto en la mansión junto a un grupo reducido de su séquito. Antes veraneaban en Marbella, pero los rumores cuentan que Fahda se negó a visitar la Costa del Sol por celos, ya que constantemente su marido recordaba las felices vacaciones que pasaba allí con su primera esposa, Sultana, que falleció en 2011, publica El Mundo.

 

Las lujosas vacaciones del rey Salman en Tánger
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