El Tribunal de Delitos Menores de Ras Al Khaimah ordenó a una mujer árabe pagar una multa de 5.000 dirhams por bloquear el acceso de su marido a las cuentas de Instagram y Snapchat de un centro de masajes de su propiedad. Además deberá abonar 3.000 dirhams a su esposo en compensación por el daño moral que sufrió como resultado de sus actos, que incluían compartir su número de teléfono móvil con los clientes sin su consentimiento.
Según la hoja de cargos, la acusada logró cambiar la contraseña de las cuentas de un centro de masajes que poseía su esposo y amenazó con eliminarlas. La esposa negó los cargos y afirmó que era la propietaria de las cuentas de redes sociales del centro. “Las creé hace mucho tiempo en 2014 antes de la apertura del centro”.
Agregó que su esposo, que sí era dueño del centro, la nombró gerente del mismo.
Por su parte, el marido declaró ante el tribunal que su esposa amenazó con publicar su nombre como gerente del centro con el fin de desanimar a las clientas.
También cambió la contraseña de las dos cuentas para que el marido ya no pudiera acceder a ellas.
El abogado defensor de la esposa le dijo al tribunal que las cuentas de redes sociales fueron creadas por su cliente tres años antes de la apertura del centro que ella posee.
Sin embargo, el tribunal encontró a la esposa culpable de bloquear ilegalmente las cuentas de redes sociales del centro que poseía su esposo y compartió su número de teléfono móvil con los clientes sin su consentimiento.
