La montañista Naila Kiani, residente en Dubai, hizo historia este miércoles cuando lideró un equipo de ocho montañistas para recuperar el cuerpo de Muhammad Hassan Shigri de un pico del K2 a 8.200 metros.
Fue la recuperación más alta jamás realizada en la segunda montaña más alta del mundo: el equipo tardó tres días desde el cuello de botella hasta el campamento base para recuperar el cuerpo.
La muerte de Hassan el año pasado fue noticia en todo el mundo debido a las normas éticas, ya que algunos informes indicaron que, a pesar de su estado crítico, los escaladores lo rodearon sin ofrecerle ayuda. Las publicaciones añadieron que el joven montañista trabajaba de porteador y carecía de experiencia y equipo en la expedición.

El equipo de rescate desenterró el cuerpo del cuello de botella bajo la nieve el lunes y llegó al campamento base avanzado (ABC) el miércoles aproximadamente a las 18.30 hora local.
Kiani declaró que la familia de Hassan le pidió ayuda mientras ella se embarcaba en el proyecto de limpieza del K2 por razones humanitarias, que se lanzó con el apoyo del Banco Mashreq de Emiratos Árabes Unidos.
“A pesar de haber solicitado el certificado de no objeción solo una semana antes, el equipo se reunió rápidamente para aprovechar la ventana meteorológica, lo que hizo que esta fuera una operación de último momento, pero crítica. Esta misión no habría sido posible sin los esfuerzos de los escaladores de gran altitud, el apoyo logístico de Imran Ali y el del comisionado adjunto de Shigar, Wali Ullah Fallahi”, explicó Kiani.
En mayo de 2024, esta residente de Dubai escaló el Makalu , el quinto pico más alto del mundo, de 8.485 metros. Este notable logro la convirtió en la primera mujer paquistaní en conquistar 11 de las 14 montañas más altas del mundo, todas de más de 8.000 metros de altura.
La misión de rescate fue la primera de este tipo en el K2 desde tan gran altitud y coincidió con el mismo día en que el K2 fue conquistado por primera vez hace 70 años.
La alpinista, que procede de Pakistán y vive en Dubai, explicó que los intentos anteriores de financiar expediciones de este tipo resultaron demasiado costosos y no recibieron la aprobación para recuperar el cuerpo. “Al llevar a cabo esta misión sin fines de lucro, el equipo logró reducir los costes a un tercio de las estimaciones originales proporcionadas al Gobierno de Gilgit Baltistan”, agregó.
Kiani concluyó que esta misión de rescate no sólo tiene como objetivo proporcionar un entierro digno a Hassan, sino que también sirve para demostrar las habilidades excepcionales y la dedicación de los trabajadores de gran altitud paquistaníes.