Cuando te acercas al Distrito de Sostenibilidad de Expo 2020 Dubai, aún sin haberte bajado del coche, ya se divisa con toda claridad el Pabellón de España. En el horizonte se imponen las singulares y coloridas torres del viento que los arquitectos Atxu Amann, Andrés Cánovas y Nicolás Maruri han diseñado y que rápidamente se han convertido en uno de símbolos de la Exposición Universal. Son el sello del pabellón. Carmen Bueno, comisaria ejecutiva de la representación española, sabe que es así. "El pabellón tiene gran visibilidad y genera mucha curiosidad porque es muy llamativo; es un edificio muy diferencial de la arquitectura de acero y cristal", asegura. El objetivo de España es impactar. Y también entretener y divertir. "Los españoles residentes lo van a pasar pipa", adelanta. De momento, lo del impacto está logrado incluso antes de que la Expo abra sus puertas el 1 de octubre. Y el resto se halla por venir.
La comisaria, con un dilatado historial y perfecta conocedora del mundo de las exposiciones internacionales (Sevilla 92, Lisboa 98, Hannover 2000, Aichi 2005, Shangai 2010, Kazajistán 2017...), explica que "más allá de los conos", que son esas torres del viento con las que, antaño, el pueblo que habita el área de Emiratos Árabes Unidos (EAU) se ponía a salvo del calor, existe una planta soterrada donde se desarrolla el núcleo principal del discurso expositivo. Una definición de ese espacio, para quienes no entendemos en exceso de cuestiones tecnológicas, podría ser ultramoderno.
Sobre esa planta se encuentra la plaza, especialísima evolución de aquellas otras que hace centurias los árabes dejaron por la península Ibérica y que hoy se han abierto un hueco en el desierto de Dubai. Entre los contenidos se sitúa la exposición 'Destellos', según la comisaria, "una suerte de tarjeta de presentación de España desde esa perspectiva de lo que llamamos la cultura global". El primer “destello” profundiza en el lema del pabellón, 'Inteligencia para la vida', y supone el cimiento de todo lo que viene a continuación, que va desde la pintura española o los descubrimientos geográficos o científicos al necesario homenaje al árabe y su vínculo con el castellano.
“El primer reclamo del pabellón es el propio edificio, que tiene gran visibilidad y genera mucha curiosidad porque es muy llamativo; es un edificio muy diferencial de la arquitectura de acero y cristal”
Hay un lugar para todo ello. También para el ajedrez, "un gran motor de nuestra presencia en Dubai", puntualiza Bueno, a quien el apellido le viene de su padre, el eminente filósofo español Gustavo Bueno, incansable agitador intelectual fallecido en 2016. Ahora, Carmen, la hija, también quiere remover inteligencias, para lo cual se ha dedicado a buscar "elementos que siguieran vigentes y unieran" a España con estas áridas tierras. Y uno de ellos, precisamente, lo encontró en el ajedrez, que llegó a España a través de los árabes desde la India. Allí, en España, pusieron en tiempos de Isabel la Católica su granito de arena. Y, por ejemplo, incorporaron el papel de la reina como pieza crucial del juego.
El resultado ha sido un torneo mundial de ajedrez escolar, que se está desarrollando estos meses. Un éxito. Se han inscrito más de 2.000 niños de 200 colegios situados en medio centenar de países. La final será en noviembre en el Pabellón de España coincidiendo con el Campeonato Mundial de Ajedrez, que tendrá lugar del 24 de noviembre al 16 de diciembre en Dubai. A eso se le llama sumar.
Migrar de una parte a otra del Pabellón de España, desde el zoco donde se habla con tranquilidad hacia el mundo de las luces, de los datos, de las reacciones, del 'hyperloop' -ese invento que trasladará a personas por vía terrestre a mil kilómetros por hora-, es un shock. La unión de ambas partes es literalmente alucinante gracias a ‘Dinamo’, la instalación firmada por el artista digital español Daniel Canogar. La transición que ha construido lleva a los visitantes desde la planta baja hacia una sala donde se proyecta el cortometraje ‘Luna de Agosto’, dirigido por Nacho Vigalondo. Carmen Bueno revela que es una obra en la que se transmite que España es un "país diverso en todos los sentidos -geográfico, humano, racial-" y que da cuenta de "cómo afrontamos las cuestiones colectivas". Bajando con la mirada puesta en ‘Dinamo’, el pabellón se abre paso hacia el 'Bosque del Futuro', la traca final.
"Los pabellones tienen que ser embajadores de todo tipo en los países a los que van"
Durante la entrevista, la comisaria, periodista de formación que llegó a ser becaria en El País, habla maravillas del programa cultural, alabado por la mismísima Reem Al Hashimy, ministra de Estado de Cooperación Internacional de Emiratos Árabes y directora general de Expo 2020 Dubai. Bueno apunta que "los pabellones tienen que ser embajadores de todo tipo en los países a los que van". Y mantiene que "además de hacer diplomacia empresarial y tecnológica" deben "desarrollar un programa de actividades" y "apoyar a los sectores artísticos". Es la base sobre la que se han configurado más de 30 actividades y, según Carmen Bueno, "varias de ellas resultarán sorprendentes".
"Abrimos con Miguel Poveda el 8 de octubre y viene también Rosario la Tremendita a finales de mes", subraya. Artefactum, "un grupo de música medieval muy alegre", pondrá la banda sonora al encuentro que llevará a cabo el 12 de octubre el pabellón en colaboración con la Embajada de España y con el Spanish Business Council. A partir de ahí habrá que estar atentos, porque los artistas españoles que aterricen en Emiratos Árabes no sólo estarán en la Expo sino que acudirán a otros lugares del país como Abu Dhabi o Sharjah.
"La pequeña y media empresa se ha implicado en el Pabellón de España; vieron la oportunidad desde el principio"
También aclara la comisaria que el Pabellón de España ha encontrado el respaldo de la iniciativa privada, principalmente de la pequeña y media empresa, que, según señala, "vieron la oportunidad desde el principio". "Estáis sentados en sillas de Andreu World, que ha aportado todo el mobiliario; Cosentino ha aportado los revestimientos de varios espacios; y Roca también ha aportado material".
Todo ello estará en horas a disposición de millones de personas, entre los que se incluyen los españoles residentes en Emiratos Árabes, exactamente esos que Carmen Bueno asegura que se lo "van a pasar pipa". La comisaria da cuenta de que "la Expo ha hecho una oferta de tickets excepcionales, muy asequibles", por lo que no hay excusa para participar de forma directa en la "intensa y rica" programación cultural. Y, muy importante, además podrán disfrutar de la buena comida española en los dos restaurantes que existen en el pabellón: uno arriba, que se llama La Azotea, palabra de origen árabe, y otro en la planta baja, El Mandil, que ofrece dos grandes espacios para tapas. Ya hay quienes en muchos pabellones cuentan los días para que abran sus puertas. Se vislumbra triunfo total.
Más de 60 personas trabajan en el pabellón, en su mayor parte integrantes de la colonia española en Emiratos Árabes Unidos
Aunque en el momento de la entrevista Carmen Bueno todavía no los había sumado, son alrededor de 40 azafatas y azafatos y otras 25 personas de la organización las que estarán al pie del cañón en el pabellón durante los seis meses de celebración de la Exposición Universal. Y la inmensa mayoría son españoles. En torno a esta cuestión, Bueno dice que "el objetivo era traer el menor número posible de trabajadores de España y contratar al mayor número aquí, sobre todo de la colonia". Y eso es lo que han hecho. Todos, subraya, están encantados y decididos a contribuir con "entusiasmo a la presencia española".
¿Vendrán los Reyes de España el 2 de febrero para el Día Nacional en el pabellón? Es la pregunta del millón. Y, atendiendo a las palabras de Carmen Bueno, la cuestión se encuentra abierta, aunque no duda en asegurar que la representación española a nivel oficial en esa jornada será de primer nivel.
Quienes quieran vivir de forma directa lo que España ofrece en Expo 2020 Dubai, una vez estacionen en el aparcamiento del Distrito de la Sostenibilidad, si es que van en coche, sólo deben subir al autobús lanzadera y cruzar la espectacular entrada. Allí verán en amarillo, rojo y naranja las torres del viento que hoy unen pueblos y tiempos.
