viernes. 29.03.2024

La mentira del esfuerzo

"Para muchos llegar a Emiratos ha sido un esfuerzo, un gran esfuerzo. Sí su finalidad es la recompensa o el dinero volverán con historias cortas, breves, con anécdotas trufadas desde la monotonía"
Una prueba de la Spartan Race celebrada en Mileha de Sharjha en 2016.

Uno de los grandes paradigmas en las sociedades occidentales es la valoración del esfuerzo como principal herramienta para obtener el éxito. Cierto es, no vamos a negarlo, que el esfuerzo es la base para lograr muchos objetivos. Ya saben aquella dicha donde se constata que la irrupción de la inteligencia es el único valor añadido ante un mismo esfuerzo.

En la mayoría de ocasiones, y por eso hemos especificado sociedades occidentales, el esfuerzo tiene como principal recompensa un valor o, sobre todo, una posición económica. Algunos, pero, ya curtidos en años creemos que al esfuerzo, necesario como hemos dicho, le faltan algunos atributos complementarios. El otro día me hablaban de la disciplina, otros pensaran en la constancia. Yo, en todo caso, me quedo con un uno, la pasión.

La pasión, del latín patior, significa sufrir o incluso sentir. Aunque, en general, tiene una vinculación íntimamente religiosa no deja de ser una gran emoción y sentimiento por las personas, las ideas o la cosas. El esfuerzo sirve para lograr objetivos, si sumamos pasión tendremos vida. Juntemos esfuerzo con pasión y seremos invencibles. Para muchos llegar a Emiratos ha sido un esfuerzo, un gran esfuerzo. Sí su finalidad es la recompensa o el dinero volverán con historias cortas, breves, con anécdotas trufadas desde la monotonía. No duden estarán satisfechos.

Pero si a nuestra estancia en Emiratos, o cualquier país, le sumamos pasión veremos las cosas desde otra perspectiva. La mentira del esfuerzo es el armazón sobre el que armar nuestra forma de vida. La fuerza de la pasión recompensa el mayor de los esfuerzos. Muchos confunden, o hemos confundido, triunfar con simplemente tener una cuenta llena de dinero, una agenda grande de amigos, o algún bien incluso menos tangible. Pero al final, la única cuenta real es con nosotros mismos. Curiosamente un concepto muy poco occidental y ciertamente más oriental. Sigan con su esfuerzo, pero añadan al máximo pasión a su vida. Verán que vale la pena.

La mentira del esfuerzo
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